Los
que saben, los que entienden,
que
de estos temas comprenden,
nos
dicen que, allá, en la China,
de
una manera genuina.
Se
generó lo del virus,
preciso,
el coronavirus
que
ha contagiado a la gente
de
una manera insolente.
Como
toda enfermedad
que
no nos tiene piedad,
pues,
no sabe de fronteras,
ni
de las visas certeras.
Tal
germen siguió su rumbo,
se
expandió por todo el mundo,
usa
el patógeno insano
de
transporte al ser humano.
La
realidad no nos miente,
fue
regando su simiente
como
hiedra venenosa,
la
covid no es otra cosa.
Ya
vivimos a su ritmo,
el
orbe ya no es el mismo,
a
la grey desprevenida
le
va quitando la vida.
A
humanidad inconsciente
aún
“no le cae el veinte”,
en
incrédula obsesión
no
ha tomado previsión.
El
destino así nos premia,
por
la maldita pandemia,
hoy,
estamos confinados
en
nuestro hogar, arraigados.
Por
tanto, si bien nos va,
si
la suerte se nos da,
escuela,
trabajo, en casa,
es
extraño lo que pasa.
Sana
distancia guardando
y
un tapabocas usando,
gel,
sin nuestras diversiones
encontradas
emociones
Encerrados,
sin fortuna,
esperando
una vacuna,
en
la crisis paulatina
mientras
no haya medicina.
Autor:
Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad
de México, a 06 de mayo del 2020
Reg.
SEP Indautor No. (en trámite)