. La Habana narrada en el espejo, del escritor, ensayista, periodista e investigador Félix Contreras (Pinar del Río, 1939).
En esta obra, un total de treinta y ocho intelectuales y artistas cubanos nos muestran su particular visión sobre La Habana. Lo hacen respondiendo acerca de una veintena de preguntas que, a criterio de cada entrevistado, define a la capital no solamente dentro de un contexto físico, sino también buscando la evocación de la caribeña urbe por medio del sabor, del olor, de alguna canción, etc.
Personajes de la talla de Leonardo Padura, Arturo Arango, Helio Orovio, entre otros, abren con cada una de las respuestas nuevos caminos, que conducen, de forma directa, a la búsqueda de inesperadas interrogantes, las cuales, a su vez, invitan a ser desentrañadas por nosotros, los propios lectores, cuando, picados por la curiosidad, rastreamos por los numerosos caminos que disponemos en esta era digital hasta descubrir, con detalle, esos otros personajes, canciones o lugares que estos escritores, docentes, dramaturgos, poetas, fotógrafos, pintores, diseñadores o arquitectos sienten como auténticos referentes en sus vidas y no menos importante, en sus obras.Se me antoja que La Habana narrada frente al espejo nos impele a escudriñar cada detalle de esa imagen que los entrevistados arrojan sobre el azogue y el cristal de su particular visión habanera. Si nos fijamos con detenimiento, descubrimos, a cada vuelta de hoja, el olor a gas de la calle, los colores de un atardecer en invierno, las pinturas de René Portocarrero, la desidia cotidiana que nos entristece a todos, la toma de La Habana por los ingleses, el Rincón del Feeling o El Gato Tuerto, el cañonazo de las nueve, el Caballero de París deambulando por las esquinas, a Lezama Lima u Onelio Jorge Cardoso, al Cristo de La Habana y a las numerosas canciones que acarician con sus letras y su música, a la otrora villa de San Cristóbal.La única crítica que tengo para este libro, es que su autor quizá debería haber invitado a participar en esta genial iniciativa a otras muchas personalidades, que también cuentan con un infinito acervo cultural e histórico y cuya inclusión en este original compendio habría constituido, para nuestro gozo, una auténtica explosión de conocimiento que mostraría una imagen de La Habana mucho más detallada y rica. Tal es el caso del cantautor Pablo Milanés, el escritor Pedro Juan Gutiérrez, o el periodista Ciro Bianchi Ross, por citar algunos.Posar los ojos sobre estas ciento treinta y seis páginas es recordar al gran escritor cubano Alejo Carpentier cuando dijo, tal y como se recoge al principio de La Habana narrada en el espejo, lo siguiente: «La Habana tiene un privilegio que sólo conocen las grandes capitales del mundo. Y es que el aburrimiento no vive en sus calles. La calle habanera es un espectáculo perenne…»Y este libro, sin duda, también lo es.