Un profesor,
una pizarra, un borrador, tizas y alumnos en un salón de clases. Entonces, el
docente expone. Mientras que sus alumnos toman notas y resuelven tareas
didácticas. Esto para unos individuos podría ser educación de buena calidad,
pero para otros no. O el educador facilita a sus alumnos un andamiaje de
aprendizaje que busca fomentar en ellos la adquisición de competencias por
medio del aprender haciendo y los desempeños auténticos, por ejemplo. Pues otra
vez, esto para algunos individuos podría ser educación de buena calidad, pero
para otros no. Por cierto, como se observará, igualmente, más adelante podrían
existir razones de distinta naturaleza que podrían subyacer a aquellas
diferentes posiciones.
Eso, efectivamente,
en principio suena aparentemente a que el concepto calidad educativa podría
estar relacionado con al menos el relativismo moderado [1]. Pero ¿Qué es
calidad educativa? Así, el campo de estudio educativo puede comprender varias temáticas
a tratar [2]. Entre estas se pueden encontrar las relacionadas con la forma de
enseñanza y aprendizaje, las teorías del aprendizaje, formación de profesores y
el vínculo calidad y educación. Esta última a su vez puede estar compuesta por
distintos tópicos, como la calidad en el desempeño docente y la relación entre la
sociedad educativa y el concepto calidad educativa.
Pues bien, hay
que empezar con identificar algunos conceptos de calidad. Pero, en esta
oportunidad no necesariamente se revisarán conceptos de calidad educativa desde
las Ciencias de la Educación, pues como sugieren Smilansky y Halberstadt tener
en cierta medida una autonomía cognitiva y afectiva respecto a un campo de
estudio determinado puede contribuir a plantear y resolver de mejor manera sus
problemas [3]. Asimismo, se considerarán algunos supuestos de ciertas
perspectivas, como del Esencialismo [4].Todo esto a fin de que favorezca a la
comprensión de lo que la calidad significaría en Educación.
El diccionario
de la Real Academia de la Lengua Española, así, se refiere a calidad como “Propiedad
o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”, por
ejemplo. En razón de esto, se podría decir que calidad educativa son
propiedades inmanentes a una cuestión educativa, las cuales, a su vez,
posibilitan su valoración.
Mientras que
desde las Ciencias Sociales, y en particular desde las Administrativas, el
concepto calidad puede ser comprendido como satisfacer las necesidades y deseos
de los clientes, comprendiéndose así como el cumplimiento de condiciones específicas
bajo las cuales son producidos los bienes y servicios que ellos requieren [5].
Por ejemplo, las Normas ISO no certifican la calidad que tienen los bienes o
servicios de una empresa, sino más bien el modo en el que se producen dichos
productos, pues dichas Normas ararían en el mar al tratar de certificar la
calidad cuando esta estaría en el ojo del cliente. [6].
La calidad
educativa, así, de acuerdo a la conceptualización arriba expuesta podría ser
entendida como la búsqueda de la satisfacción de las necesidades y deseos de
los grupos de interés relativos a la educación, entendiéndose así como el
cumplimiento de condiciones concretas bajo las cuales se producen las prácticas
educativas que a ellos les interesan.
Esos tipos de
relación, así, entre la sociedad educativa y el concepto en cuestión o, mejor
dicho, entre distintas sociedades educativas y tal concepto podrían insinuar,
considerando además ciertos principios esencialistas, que coexistirían
actualmente al menos dos posiciones. La primera, la calidad está en las cosas
(posible determinismo tecnológico, si se considera a los conceptos como
herramientas tecnológicas). Mientras que la segunda tiene que ver con que la
calidad se encuentra en el ojo del observador social (posible determinismo
social).
Así, por
ejemplo, la Pedología tradicional sería desfavorable para alcanzar un verdadero
aprendizaje, pero el constructivismo sería favorable para tal cometido
(Determinismo tecnológico). Mientras que Finlandia poseería un sistema
educativo de excelente calidad, pero Ecuador tendría uno desfavorable
(Determinismo social).
Ahora bien, como
se dijo al principio del presente escrito, existirían factores, entre otros,
económico, legal y demográfico que se corresponderían con las posiciones
deterministas arriba citadas. En esta oportunidad, así, pueden ser sugeridos ciertos
temas vinculados a tales factores, pero en forma de preguntas: ¿Qué modelo
educativo se debería implementar en el país a fin de que él contribuya al
desarrollo económico y al bienestar de su pueblo? ¿Se debería mantener el
modelo educativo actual por presión social? ¿Se deberían implantar los modelos
educativos de los distintos pueblos originarios en una nación? ¿Se debería
adoptar y/o practicar un modelo educativo por parte de un país que permitiera
que sus estudiantes se encuentren entre los mejores alumnos del mundo, a pesar
de que dicho modelo podría estar vinculado con una alta tasa de suicidios
relativa a su población estudiantil?
Posiblemente,
así, el dilema anteriormente referido podría ser uno de los obstáculos que
estaría entorpeciendo el avance del entendimiento de la conexión entre calidad
y educación. No obstante, si se puede examinar desde otro punto de vista dicha
relación quizás favorezca al mejoramiento de aquella comprensión.
La tesis, así
pues, que sostiene que “la sociedad es construida tecnológicamente, y la
tecnología es construida socialmente” [7] podría ser ese otro enfoque que se
requiere para ayudar a desatar el lazo que existiría entre calidad y educación.
Sí, en efecto, esa tesis implica también al indeterminismo. Por ejemplo, la
sociedad crea el Smartphone que le permite a ella hacer varias cosas, como que los
miembros de ella se puedan comunicar entre sí, almacenar información y
contactos, y navegar en internet. Y ese teléfono móvil inteligente a su vez
habría cambiado la conducta de la sociedad en el sentido en que esta se podría
haber vuelto más egoísta, pues ese teléfono, a diferencia de los análogos, es
una tecnología de carácter casi totalmente, por no decir absolutamente, personal, personalizada e
íntima.
De modo que se
puede parafrasear la tesis arriba citada para las intenciones que aquí
importan. Es decir, ‘la calidad educativa es construida por la sociedad
educativa, y esta a su vez es construida por dicha calidad’. De tal forma que
se podría decir que este es un caso particular de la tesis general en cuestión.
Además, este punto de vista tal vez no sea algo nuevo en el campo educativo,
pero al menos puede ayudar a la re-examinación del vínculo entre calidad y
educación, poniéndolo otra vez en actualidad.
Pero ¿Qué querría
significar ese caso singular, ya en la práctica? Pues, por ejemplo, que una
sociedad se preguntase a sí misma: ¿Qué es calidad educativa para ella?
¿Prefiere como sociedad trabajar con otras sociedades colaborando o
compitiendo? ¿En un contexto ambivalente o de exclusión?
En definitiva,
los tres puntos de vista mencionados en el presente artículo posiblemente hoy
en día coexistan a la vez, en mayor o menor medida, en el mundo, con el fin de
contribuir a la comprensión de los tipos de relación que podrían existir entre
la calidad y la educación desde la resolución del tema tratado aquí, esto es,
relación sociedad educativa-concepto calidad educativa. Sin embargo, la tesis
de naturaleza indeterminista signada antes podría estar refrescando los marcos
de trabajo desde los cuales hoy se estaría revisando y comprendiendo tal vínculo
y, por ende, la relación de la educación con la calidad.
[1]Para más información, remítase a
Mansilla, H. C. F. (2017). Las insuficiencias del relativismo radical y el potencial
del relativismo moderado. Nómadas.
Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, 50, 1-18.
[2]Para más
información, remítase a Aguilar, Daniel et al, (2019). La Investigación
Educativa en un Mundo en Constante Transformación. Ecuador: Universidad
Nacional de Educación; y a Lafrancesco, Giovanni
M. (2011). Algunas problemáticas de la investigación en Educación y Pedagogía
en Colombia: Estrategias para enfrentarlas y resolverlas. Rev. Investig.
Desarro. Inov.,1, 2, 7-16.
[3]Smilansky, Jonathan
y Halberstadt, Naftali (s. f.). Inventors Versus Problem Solvers: An Empirical
Investigation. The Journal of Creative Behavior, 20, 3, 183-201.
[4]Para más
información, remítase a Pellegrini, Pablo (2013). Transgénicos. Ciencia,
agricultura y controversias en la Argentina. Bernal: Universidad Nacional de
Quilmes Editorial.
[5]Para más
información, remítase a Ishikawa, Kaoru (1985). ¿Qué es control total de
calidad? La modalidad japonesa. Colombia: Grupo Editorial Norma; y a Walton,
Mary (1985). Cómo administrar con el método Deming. Colombia: Grupo Editorial
Norma.
[6]Para más
información, remítase a Badia Giménez, Albert (2002). Calidad: Modelo ISO 9001.
Versión 2000. Normalización, implantación, certificación, transición, auditoría
y acreditación. España: DEUSTO.
[7]Para más
información, remítase a Salazar, Ronnie (2020). Ciencia, inteligencia
artificial (IA) y sociedad: ¿La IA superará al humano, y lo llegará a
controlar? PARTE I. Disponible en: https://www.reeditor.com/columna/24589/17/informatica/ciencia/inteligencia/artificial/ia/sociedad/la/ia/superara/humano/lo/llegara/controlar/parte/i/