Según
el físico, en este sentido, y experto en computación cuántica José I. Latorre
actualmente ya se debería estar creando las normas que regirían la conducta de
la IA y, asimismo, las formas en que la IA se podría relacionar con los humanos
[26].
Mientras
que otros grupos de interés sugerirían que la IA tenga derechos [27]. ¿Qué
clases de derechos? ¿Derechos como los humanos? o ¿Derechos como los del agua y
el ambiente? Y derechos para qué: ¿Para poder votar en elecciones
presidenciales? Pero, ¿La IA igualmente tendría obligaciones?
Luciano
Floridi, por su parte, experto en Ética e IA, hace un llamado de atención respecto
a que hay que trabajar en asuntos éticos relativos a cuestiones particulares,
como que la IA iría cada vez más interfiriendo de un modo importante en la
autonomía humana. Este experto, además, da un ejemplo. Nacidos en la actualidad
quienes tendrán que lidiar durante décadas con una IA que, de un modo silencioso
y constante, les iría diciendo a ellos que hacer en el transcurso de sus respectivas
vidas [28]. Entonces, por ejemplo, ¿Algunos humanos de las nuevas generaciones
podrían correr con la suerte de volverse estúpidos, tontos o torpes?
El desarrollo de la IA, en este sentido,
se tendría que enfrentar a ciertos dilemas de distinta índole en una supuesta
vida cotidiana entre los humanos. Por ejemplo, supóngase que una IA tiene un pan
y dos niños pidiéndole ese pan porque tienen hambre. La IA, entonces, los
observaría, receptaría toda la información que pudiera de esos niños. El uno es
flaquito, y el otro gordito. Este es pobre, y el otro rico. Asimismo, calcularía
sus pesos, niveles de hidratación y analizaría sus voces, entre otros posibles
procesos, a fin de extraer otros datos de esos pequeños. Luego, con todos esos
datos e información, por medio de las probabilidades, determinaría qué hacer.
Así, tomaría una decisión salomónica, como dirían los humanos, y le daría a
cada niño el 50,0% de su pan.
Posiblemente,
algunas personas podrían tomar, en una situación análoga, la misma decisión que
esa IA. Pero, no sería tan fácil como eso. Puesto que si a los programadores de
la IA en cuestión se les hubiera filtrado en su codificación ciertos perjuicios
que poseen los humanos la decisión de aquella IA podría haber sido otra. Por
ejemplo, la IA le podría haber dado el 100,0% del pan al niño gordito.
Una
decisión, así, que habría parecido fácil de tomar respecto al dilema del pan y
los dos niños arriba narrado, no lo sería al fin y al cabo, pues serían varios
los factores a tenerse en cuenta en la programación de una IA, por ejemplo.
Ahora, imagínese afable lector si una IA tuviera que encarar una disyuntiva en
la que tiene que resolver quien vive o muere. Sí, efectivamente, algo parecido
a una de las escenas que se presentaron en la película ¡Yo, Robot! (I, Robot).
Si
para los humanos, en ese sentido, tomar una resolución así no sería cómoda, pues
actualmente solo habría que recordar acerca de algunas decisiones que habrían
tomado, o seguirían tomando, ciertos médicos en el mundo respecto a quien vive
o muere por causa de la COVID-19. Menos aún lo sería para una máquina IA, claro
está, bajo condiciones en las que la IA trataría de igualarse a la forma de
pensar y actuar de un humano.
Parecería,
en consecuencia, que todo estaría por hacerse en relación a la Ética y la IA.
Pero, al parecer, ya se habría dado el primer paso con las tres reglas
anteriormente citadas.
Asimismo,
sería interesante pensar en la dimensión social de los humanos y la IA, como ya
se dijo previamente. Varias, así, podrían ser las cuestiones, en las que se
podrían reflexionar, relativas a esa relación.
La
sociabilización [29], así, podría ser uno de esos temas. En otras palabras, el
por qué los humanos tienen la necesidad de buscar la interacción social y,
asimismo, de qué formas se realizan dicha interacción.
La
sociabilidad humana, en ese sentido, podría estar siendo desplazada, al menos
en cierta medida, por una híbrida [30], es decir, una sociabilidad en la que
participarían tanto humanos como máquinas IA.
Entonces, ¿qué sucedería con los efectos relativos a las asociaciones
humanas?
La
sociabilidad, así, beneficiaría a los humanos de distintos modos. Por ejemplo,
humanos juntos realizando cosas que por sí solos no lo pueden hacer. También
está la procreación como el aprendizaje que se da en procesos de
sociabilización. O ciertas clases de amor que solamente se pueden sentir y
experimentar entre humanos. De esta última cuestión, por cierto, podría nacer
la siguiente pregunta: ¿Por cuánto tiempo los humanos en general podrían estar
sin interactuar con sus semejantes? Sí, en efecto, algo parecido a lo que tuvo
que experimentar uno de los personajes protagonistas en la cinta
cinematográfica ¡Pasajeros! (Passengers).
Sería
interesante, en este sentido, pensar alrededor de algunas inquietudes, como ¿De
qué manera sería una sociabilización híbrida, si cabe el término? ¿Las máquinas
IA podrían construir con humanos procesos de sociabilización? ¿Dónde quedaría
el rol que juegan las emociones en los procesos de la sociabilización híbrida?
Pero sobre todo, ¿Tanto los humanos como las máquinas IA estarían interesados
en interactuar con los otros, al menos, de las formas en que se pueden efectuar?
Ultimadamente, todo lo que se ha dicho en el
presente escrito seguramente favorecerá a que usted paciente lector genere sus
propias respuestas y/o conclusiones relativas a las distintas cuestiones aquí
propuestas.
[26]José Ignacio Latorre, participante
del XIV Seminario Internacional de Lengua y Periodismo
«Español y máquinas: lenguaje, ética y periodismo», organizado por la Fundéu
BBVA y la Fundación San Millán de la Cogolla. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ied3BqoeTFY
[28]Astone,
Filippo (2020). Etica e intelligenza
artificiale: il matrimonio che crea valore economico. Industria Italiana. Disponible
en:
https://www.industriaitaliana.it/luciano-floridi-intelligenza-artificiale-etica-infosfera/
[29]Vega, Daniel (2015). Análisis del concepto de sociabilidad en las
Ciencias Sociales. Revista ABRA, 35, 51:
1-13.
[30]Para más información, remítase a Espinosa,
Rubén et al. (2018). Chatbots in social networks for the timely support of university students
with attention-deficit/hyperactivity disorder symptoms. Revista Iberoamericana de Tecnología en
Educación y Educación en Tecnología, 22: 52-62; y
a Breazeal, Cynthia (2006). Sociable robots. 日本ロボット学会誌, 24, 5: 591-593.