La tragedia de Cuitzeo
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06/06/2020
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“Que sufre, de agua,
. . . escaseo.”
Descuido ha causado
estrago,
ha dañado a nuestro
lago
que, en
enciclopedias, leo,
fue inmenso, cual Mar
Egeo.
Residencia de los
patos,
alcatraces, siempre
gratos,
de las garzas, las
gaviotas,
de muchas aves
devotas.
Hábitat del charal,
carpa,
bagre, mojarra, tilapia,
del sedismundo,
abulón,
maruchero camarón.
De naturales
manglares,
de romeritos, tulares,
de vegetación
lacustre
que daba, al lugar,
su lustre.
Recinto del tequesquite,
sal mineral, que permite
horizonte blanquecino,
cloruro de sodio . . . sino.
¿Qué me pasa, qué no
veo,
la tragedia de
Cuitzeo,
de su lago, otrora
hermoso,
hoy, lodoso, terregoso?
Por la parte de occidente,
la desecación, se
siente,
panorámico desierto,
muy estéril, es lo
cierto.
¿Qué me pasa, qué
estoy ciego?,
¿ésto es lo que, yo,
deseo,
la agonía de flora y
fauna,
que causa al planeta
trauma?
La extinción marca
reveses
de siete especies de
peces,
de la “lamprara”, la
rana,
¿qué desgracia habrá
mañana?
¿Qué me pasa?, ¿qué
no hay miedo?,
¿por qué no muevo ni
un dedo?,
¿me gusta el ambiente
inerte,
una ecología de
muerte?
Es terrible la
sequía,
la nube magra, es
impía,
la lluvia se muestra
ausente,
cuando, antes, era
torrente.
No se mira ni un
oleaje
sobre blancuzco
paisaje,
el salitre ha
devastado
líquido, cieno empolvado.
Pescar se ha vuelto imposible,
la red se torna
inservible,
lanchas “ancladas” al
fango,
pescador pierde su
rango.
Por estiaje
bochornoso,
en mi Cuitzeo, tan
famoso,
“lugar de tinajas de
agua”,
la catástrofe se
fragua.
Basurero, lo lamento,
recipiente de excremento
de humanos, fecales heces,
bacterias, virus, en mieses.
Remolinos, tolvaneras,
enfermedades severas
de gastro, garganta,
vista,
cutáneas, perdón, que
insista.
¿Por qué tanta
indiferencia?
¿prefiero la
inexistencia
del caudal, hogar de
peces,
de su flora?, ¡qué
sandeces!
La toxicidad, impera,
población, ¿qué tanto
espera?,
la acción del
gobierno es nula,
contaminación
perdura.
¿Qué me pasa, Dios
del cielo,
por qué no busco este
anhelo?,
salvar lago, asaz
hermoso,
milenario, bien
glorioso.
Espíritu de
esperanza,
Elpis que, con fe, se
alcanza,
yace en el lecho del
lago
que, de vida, fue
empalago.
Restituyamos el vaso,
démosle fraterno abrazo,
al poniente, la laguna,
no refleja sol, . . . ni luna.
Autor: Lic. Gonzalo
Ramos Aranda
Municipio de
Huandacareo, Michoacá de Ocampo, México, a . . .
Dedicado al Profesor,
Jaime Alvarez Díaz
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)