En los tiempos que corren ya no basta
ser uno más, porque son muchos y solo subsisten algunos, por lo cual, hay que
buscar diferenciarse, y la mejor manera de hacerlo es mejorando el rendimiento
apuntando a la excelencia.
Si bien hacer que una organización sea
de excelente rendimiento es un desafío que se piensa siempre basado en los
procesos, esta transformación se trata mucho más de desatar una revolución en
la cultura organizacional, que solo de ordenar las operaciones y hacer algunos
pasos en forma más eficiente.
Para tener una acabada comprensión de
esto, hoy en día existen más de 500 métodos, modelos y teorías de gestión y
mejora empresarial siendo utilizadas, pero cuando se trata de una mejora del
rendimiento sostenible a largo plazo, todo esto combinado no puede compensar
una cultura corporativa inexistente, pobre o sin explotar.