. También el agua está
relacionada con el desarrollo y la existencia de todas las formas de vida
conocidas que puedan existir. Es por eso por lo que la vida en la Tierra ha
dependido y dependerá siempre de este recurso.
El agua tiene varias propiedades importantes para
la biología humana. El agua sirve como solvente, esto significa que muchos
materiales distintos pueden ser disueltos en ella para formar soluciones. El
agua es el solvente que transporta muchas moléculas esenciales y otras
partículas alrededor del cuerpo. Esto incluye nutrientes y productos de desecho
producidos por el proceso metabólico del cuerpo. El agua es útil en el flujo de
movimiento de las moléculas de agua a través de membranas biológicas, Algunas
partículas y moléculas, como los iones, necesitan ser capaces de moverse
alrededor de organismos biológicos, como tejidos y membranas. El agua juega un
rol fundamental en muchas reacciones químicas, las moléculas de agua también
participan en reacciones de descomposición donde ciertas moléculas se dividen
en partes más pequeñas. El agua también se produce en algunas reacciones
químicas que ocurren en el cuerpo. En estas reacciones, pequeños compuestos
orgánicos se unen para formar moléculas más grandes y complejas, requeridas en
el cuerpo para realizar funciones específicas como formar ácidos nucleicos y
hormonas (Mariné, 2013).
Según Gente Saludable 2020, existen tres
objetivos importantes que se deben cumplir para lograr tener una óptima calidad
de agua para el año 2,020. Entre esos objetivos se encuentran: aumentar la proporción
de personas servidas por los sistemas de agua de la comunidad que reciben un
suministro de agua potable que cumple con las regulaciones de la Ley de Agua
Potable Segura, reducir los brotes de enfermedades transmitidas por el agua que
surgen del agua destinada a beber entre las personas atendidas por los sistemas
de agua de la comunidad y reducir las extracciones de agua doméstica.
Dada la importancia del agua para la vida de
todos los seres vivos, y dado el aumento de en su demanda debido al continuo
desarrollo de la humanidad, el hombre está en la obligación de proteger este
recurso y evitar toda fuente de contaminación sobre los abastos. La calidad del
agua potable es una cuestión que preocupa en muchos países de todo el mundo
tanto en desarrollo, como desarrollados, debido a su impacto en la salud de las
poblaciones.
Según la Organización Mundial de la Salud
(2014), aproximadamente 1.1 mil millones de personas en todo el mundo no tienen
acceso a fuentes de agua salubres. Asimismo, 2.4 mil millones no tienen acceso
a ningún tipo de instalación en condiciones de saneamiento. Cerca de 2 millones
de personas, la mayoría de ellos niños menores de cinco años, mueren todos los
años debido a enfermedades diarreicas. En
el año 2004 la OMS y PAHO estimaron que el número de muertes relacionadas al
agua y saneamiento en América Latina y el Caribe fue de 95,000. Más de la mitad
de estas muertes fue por diarrea.
Muchos países tienen sus propios sistemas de
abastecimiento y suministros de agua para las comunidades. En Puerto Rico la Autoridad
de Acueductos y Alcantarillados (AAA) por sus siglas en español es la agencia que
tiene como meta lograr que la isla cuente con un sistema de suministro de agua
y alcantarillado sanitario que promueva la calidad de vida saludable y una
economía sólida en el presente (AAA, 2012).
En la actualidad esta agencia suple
aproximadamente 617 millones de galones de agua potable al 98% de los residentes
en la isla mediante una red que incluye 130 plantas de filtración, 328 pozos
profundos; 12,400 kilómetros de tuberías de agua potable, 1679 tanques de
almacenaje; miles de estaciones de bombeo y válvulas (Plan Integral de Recursos
de Agua, 2008). Sin embargo, existen comunidades en Puerto Rico cuyos sistemas
de suministro de agua no pertenecen a la Autoridad de Acueductos y
Alcantarillados (AAA). Estas comunidades
han optado por crear sus propios sistemas de acueductos comunitarios
independientes conocidos como los sistemas Non-PRASA.
Para el Departamento de Salud (2014) un
sistema de agua público es aquel sistema que provee agua al público para consumo
humano a través de tubería y tiene por lo menos quince (15) conexiones de
servicio o regularmente sirve a un promedio de por lo menos veinticinco (25)
individuos diariamente por lo menos sesenta (60) días al año. Un sistema
público de agua, a su vez, está dividido en dos (2) categorías: comunal y no
comunal. Todos los sistemas operados por la AAA son sistemas comunales de
acuerdo con la definición. Los no comunales se subdividen en No Transitorios
(sirve a 25 personas o más no residentes por un periodo de 6 meses o más) y
Transitorios (sirve a una población no residente transitorio). Estos sistemas “Non
PRASA” son sistemas de agua públicos que se subdividen en comunales,
transitorios y no transitorios. Con relación a los sistemas AAA, 106 sistemas
se sirven de fuentes superficiales y 63 se sirven de fuentes subterráneas.
Los sistemas comunitarios privados son
facilidades que proveen agua para uso doméstico y que no son operadas por la
Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA). Durante el año 1990, los sistemas Non-PRASA
sirvieron a cerca de 80,700 personas (U.S Department of the Interior U.S
Geological Survey, 1997). Segun Mártir., Renta & Velazquez para el año 2012
existían un total de 294 sistemas Non-PRASA en la isla.
El Departamento de Salud estimó hace 10 años
que más de 300,000 habitantes en Puerto Rico eran servidos por acueductos
comunales pequeños privados, o Non-Prasa. Informó que la mayoría de estos sistemas son de tipo comunal y están
localizados en las áreas rurales de la Isla, pero principalmente en la región
del interior montañoso, donde los sistemas que opera la AAA tienen acceso
limitado. En términos de criterios de cumplimiento, estos sistemas carecen de
capacidad técnica, administrativa y financiera para operar un sistema de agua
público (Mártir, Renta & Velazquez,2012). La mayor parte de estos no cumplen con los requisitos del Departamento
de Salud y la Agencia Federal de Protección Ambiental, por lo que el agua que
sirven representa un riesgo potencial a la salud de miles de habitantes.
Debido a que estos sistemas están sujetos a la
misma reglamentación que aplica a los sistemas de agua potable en los Estados
Unidos, los mismos presentan una situación con retos particulares. Uno de ellos,
y quizás el más significante, es cuán capacitados están las personas encargadas
de operar estos sistemas en la comunidad. La mayoría de estos no han sido
debidamente adiestrados por lo cual carecen de los conocimientos necesarios
para el manejo efectivo de estos sistemas y garantizar a los usuarios un agua
que cumpla con los requisitos de calidad. Al presente, el 41% de los Sistemas
Comunitarios no cumplen con los parámetros bacteriológicos del Departamento de
Salud, ni poseen los recursos financieros y técnicos para cumplir con los
mismos (Juarbe ,2007). Los miembros de las comunidades pudieran exponerse a la
ingesta de agua no apta para el consumo humano ya que la misma pudiera estar
contaminada con diferentes agentes contaminantes microbiológicos y químicos,
hasta tóxicos y perjudiciales para la salud.
Como parte de las medidas de cumplimiento
establecidas por los estándares de calidad de agua, todo sistema de abasto de
agua debe ser sometido a diferentes tipos de pruebas: bacteriológicas,
turbidez, metales pesados y cloro residual. En el proceso de recopilación de
datos se llevó a cabo muestras bacteriológicas y de cloro residual en el
Sistema Comunal Subterráneo en Calabazas Arriba para identificar los parámetros
y determinar si están en incumplimiento con la Ley de Agua Potable Segura. Los
resultados de las pruebas bacteriológicas realizadas por la investigadora
principal para detectar Coliformes Totales y Fecales fueron negativas en ambos
sistemas. Pese a los que usualmente encontramos en la literatura referente a
estos sistemas de agua comunitario, en este caso el sistema de referencia no
presento presencia de agentes patógenos en las muestras colectadas. Los valores
de cloro residual se encuentran dentro de los parámetros de aceptabilidad según
la Enviromental Protection Agency (EPA) en ambos sistemas. Según la literatura científica
es necesario llevar a cabo más estudios con estos sistemas y educar a las
comunidades que se suplen de los mismos con el fin de evitar el desarrollo de
enfermedades.