Las crisis económicas, sociales, familiares, ambientales, laborales, sentimentales y emocionales deben vivirse con máxima cautela de responsabilidad, la humanidad hoy está siendo abrigada por incertidumbre inexpresable, quien no aplica paciencia e inteligencia en sus momentos críticos no podrá vivir con dulzor sus días felices, sino somos capaces de desafiar las adversidades no seremos merecedores de aquello delicioso que anhelamos, en nuestro planeta tierra sólo dos personas viven sin preocupaciones; los que no han nacidos y los fallecidos, sino encuentras estrategias, fuerzas y vigor suficiente para superar esta prueba del presente difícilmente podrás adquirir gigantescas ganancias en tu vida. En las relaciones tanto de pareja como de amigos siempre se viven circunstancias tenebrosas, si los protagonistas actúan como niños infantiles corren el riesgo de ponerle fin a esa relación que un día brilló sin restricciones.