Con un sistema de salud público totalmente colapsado, sin reglas de operación, sin medicamentos e insumos necesarios para hacer frente a una epidemia y mucho menos a una pandemia, el gobierno encabezado por López Obrador mantiene su sello característico en todas sus decisiones y reafirma su postura negligente, omisa, irresponsable, ignorante, ventajosa, mentirosa y más lamentable aún de exterminio a la vida.