Es inevitable que en la actualidad estemos inmersos en
asuntos o temas políticos, esto es propio de nuestra sociedad y realidad, ya
que, pertenecemos a un sistema político y negarlo es negar nuestra propia
existencia, estamos regidos por una constitución, un gobierno con ideologías,
partidos y clases políticas, de manera que, gran parte de nuestro
comportamiento está condicionado a seguir el modelo de un estado social de
derecho, con opiniones e ideas diferentes, ahora, ¿Por qué se ubican en un
extremo?; ¿derecha o izquierda?; ¿existe el centro?
La respuesta a esas preguntas, es que, esas posiciones
ideológicas subyacen en doctrinas de acuerdo con la realidad de cada uno, donde
muchas de ellas están arraigado o sustentados a sus creencias, constructo
social, nivel educativo, ambiente, entorno y conveniencias, de modo que, estas
posiciones no son malas, al contrario es lo que construye democracia, es lo que
hace que se lleguen a unas concertaciones con un debate de ideas, propuestas y
hechos, donde se busca construir una mejor sociedad con oportunidades para
todos.
Ahora, pertenecer a un extremo y ser radical es
perjudicial, debido a que se hace apología a un discurso subjetivo, con
sofismas, donde no se discierne, al contrario se vuelven más viscerales y emocionales,
con juicios de valor destructivos, esa forma de pensar tan recalcitrante es un
mantenedor de la polarización en la sociedad, debido a que si perteneces a un
extremo, ya te encasillan o rotulan a este, donde no puedes ser dócil ni afín a
alguna propuesta o idea de tus adversarios u opositores, así sea constructiva.
Por otro lado, el “centro” es cuestionado por no tener criterio, ser poco disiente
e inestable ideológicamente, y aunque existe, carece de poder de convencimiento
para lograr crear una corriente de pensamientos funcional entre los extremos.
Esta manera de pensar y actuar tan hostil es la que
vuelve tan arribista y agresiva a gran parte de los ciudadanos, nos enseñan
desde lo emocional, pero no ha tener la inteligencia de ella, entonces puedo
decir que tanto radicalismo los hace iguales a lo que tanto critican, es como
ver dos mundos paralelos ejerciendo presión uno sobre el otro, intentado ganar,
de tal forma que, no se dan cuenta que la suma de todas sus fuerzas es igual a cero.
Para concluir, es importante establecer que somos
libres de tener posiciones con fundamentos y buenos argumentos, donde se
permita cimentar nuevas políticas de desarrollo social que integren el
desarrollo de la ciencia, educación, salud, medio ambiente, agro, con equidad y
justicia, para abordar estos temas de interés para las comunidades desde un
principio holístico, no se trata si eres de izquierda, centro o derecha, solo
no sean radicales, se trata de construir con reciprocidad, verdad y realidad
social.