La religión, tema de controversia por excelencia con perdón a
la política. La religión existe desde tiempos remotos, cuando nuestra especie
intentaba dar razón a los sucesos mediante deidades y acciones de estos. La
religión si bien es un tema antiguo, ha sufrido una evolución a lo largo del
tiempo.
Pasaron de ser dioses aislados para los sucesos meteorológicos y
geológicos, como la lluvia o cosechas, a ser dioses más complejos con
personalidad y diversas historias. Esto hasta que llegaron las religiones
monoteístas. Estas proponían algo diferente, pues en la antigüedad simplemente
se alababa a los dioses y estos daban explicación a lo que era la vida. Pero
con la llegada de las religiones monoteístas se propuso algo distinto. Se
trataban unos conceptos nunca vistos anteriormente. El monoteísmo surgió para
sorpresa de muchos en el antiguo Egipto.
Faraones como Akenatón y otros varios
rendían culto a Atón como único dios. Se representaba como una deidad solar que
era creador absoluto de todo. Pero no es hasta la aparición del judaísmo que
todo cambia. El judaísmo dio a varios profetas, entre ellos Moisés, que
empezaron a introducir en la comunidad religiosa unos valores y normas. El
primer código de leyes conocido se trata del ‘’código de Hammurabi’’. En él se
encontraban leyes conocidas como la Ley de Talión, más conocida como ojo por
ojo diente por diente, y demás leyes antiguas. La religión impuso otro tipo de
leyes o al menos lo intentó, a través de los mandamientos en el caso de Moisés
y el judaísmo, o la Sharía y el islam.
Con la llegada de Jesús de Nazaret y el
nacimiento del cristianismo se crearon nuevas formas de ver la religión, pues
Jesús predicaba un Dios compasivo, bueno, que sabía perdonar y que se
preocupaba por los humanos. De esta forma la ley pasó de ser realizada por
obligación a ser más bien realizada por fe, por una fe en la vida en el cielo.
Aquí entra en lugar la parte que quería tratar, la fe.
Después de esta introducción sobre la religión, vamos a ver de que se trata la
fe, y de si la religión puede llegar a ser algo perjudicial o beneficioso. La
fe se define como la creencia en algo de lo que no se tiene prueba empírica, es
decir, se trata de creer sin ver o sentir. Teóricamente puede parecer algo
absurdo, pero mucha gente lo hace, ¿por qué? Esto ha traído de cabeza por miles
de años a personas que trataban de descubrir la base bien científica bien
filosófica o simplemente la razón a la religión. Pero esto se debe a que lo
estaban tratando de manera equivocada. La fe no es algo empírico, no es algo
que pueda ser demostrado y probablemente jamás lo sea, al menos como la
conocemos. Y si no es la fe algo que puede ser demostrado, ¿se puede decir que
es falso?
Bueno, sí y no. Si yo te digo que tengo una pelota invisible,
tu obviamente vas a responder que eso es imposible, a lo que yo contesto que no
que es cierto. Tú me pides que lo demuestre a lo que yo te digo que no puedo ya
que esta es invisible. Algo así pasa con la religión. Y no con esto digo que
sea falsa, solo que hay que cambiar la percepción de ella. Mucha gente podría
considerar que cuando algo es falso o simplemente no poseemos pruebas ni para
otorgarle veracidad ni para desecharlo, resulta inútil o poco práctico. Veamos
si esto sucede con la religión. Pongamos el símil de una persona que tiene un
problema, independientemente el grado de este. Esta persona puede perfectamente
verse superada por el problema y desistir en superarlo o simplemente intentarlo
y enfrentarse a él. Aquí entra en juego la fe. La fe ayuda a quienes creen en
ella a seguir adelante, les da fuerzas y les ayuda a superar las adversidades.
Y como puede ser esto cierto si la fe, empíricamente, no es nada. Porque sí que
es, es la autosugestión que nos proporciona el cerebro para hacernos creer que
algo externo nos ayuda, cuando realmente solo somos nosotros, influyendo en
nuestra actitud. Por otro lado, pongamos el símil de una persona que se realiza
preguntas. Preguntas tales como el porqué de su existencia, el cómo surgió todo
etc. Si esta persona toma como respuesta a un Dios, no está haciendo nada más
que negándose a la reflexión o estudio. Está otorgando el mérito de los sucesos
a algo del cual se desconoce la veracidad. Esta persona se frena a un
desarrollo personal y a una reflexión interior lo cual la incapacita de poseer
una opinión crítica y objetiva de los ámbitos que desea saber.
Después de estos casos es normal que nos encontremos
divididos, pues puede ayudarnos en unos asuntos, pero no en otros y viceversa.
Pero es más simple que cualquier análisis, cualquier estudio o cualquier
intento de proporcionar pruebas sobre la verdad científica de la religión. La
fe y por ende la religión en sí, no son más que un medio que los humanos pueden
usar a su favor o en su contra. Con ella somos capaces de sugestionarnos de tal
manera que nos ayude a superar las adversidades o nos podemos cegar con ella.
Todo depende de ti y como decidas usarla.
‘’La religión es el arma más
poderosa, y posee doble filo.’’