Qué maravilla, cómo escribe Marta Quintín. Apabulla con el exquisito cuidado de un rico lenguaje en esta historia de personajes donde el desamor sobrepasa al amor y el arte se propone como precioso escenario de fondo.
Qué maravilla, cómo escribe Marta Quintín. Apabulla con el exquisito cuidado de un rico lenguaje en esta historia de personajes donde el desamor sobrepasa al amor y el arte se propone como precioso escenario de fondo.
. Apabulla con el exquisito cuidado de un rico lenguaje en esta historia de personajes donde el desamor sobrepasa al amor y el arte se propone como precioso escenario de fondo.
Una periodista presencia en Nueva York la impresionante puja de una obra del pintor Martín Pendragón. Una anciana abraza la imagen de su pieza tras ofrecer una indecente cantidad de dinero. La escena guarda todo un trastero de historias que la autora desgranará entre el pasado y el presente.