"Literatura Uruguaya" Entrevista a la #escritora Gladys Ledesma

Gladys Ledesma es una escritora y escribana (notaria) uruguaya, que en 2017 se lanzó a conquistar lectores con su libro El sol también existe.  Una novela corta que narra la travesía de seis pececitos que deciden aventurarse a cruzar las fronteras que delimitan el ámbito donde se desarrolla su cotidianidad. La curiosidad y la necesidad de conocer otras realidades los sumergirá en una aventura en la que el descubrimiento de otros paisajes, discurrirá paralelamente con su propio descubrimiento como individuos. Una metáfora de la vida que ha dado inicio a su carrera pública como escritora, si bien con anterioridad había participado en publicaciones colectivas con sus relatos.

 

.  Una novela corta que narra la travesía de seis pececitos que deciden aventurarse a cruzar las fronteras que delimitan el ámbito donde se desarrolla su cotidianidad. La curiosidad y la necesidad de conocer otras realidades los sumergirá en una aventura en la que el descubrimiento de otros paisajes, discurrirá paralelamente con su propio descubrimiento como individuos. Una metáfora de la vida que ha dado inicio a su carrera pública como escritora, si bien con anterioridad había participado en publicaciones colectivas con sus relatos.
Entrevista realizada por Tati Jurado para ELD.

P— ¿Cuándo surge la necesidad de escribir?

R—La necesidad la tuve desde la adolescencia. Hojas sueltas que encontraban un destino inmediato en la papelera; más tarde las palabras se animaron a ir dando forma a relatos cortos. Con el tiempo comenzó a surgir la necesidad de perfeccionar un poco más el estilo, la inquietud por conocer la técnica literaria y ahí empecé a frecuentar talleres literarios.

P—Perfeccionar el estilo, conocer la técnica literaria, talleres literarios ¿los escritores nacen o se hacen?

R—Nacen en el sentido de que tiene que haber una vocación. Tienen que estar las ganas de escribir, esa necesidad de volcar a través de la escritura tiene que existir. Pero después hay que buscar la técnica, la voz narrativa, trabajarla, estudiarla.

P—Umberto Eco decía que no hay nada más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración ¿Qué es para ti la inspiración y cuanta relevancia tiene en tus escritos?

R—La inspiración para mí es como un flash. Sin saber cómo o de dónde aparece una imagen que no tiene un sentido lógico con el momento. Quiero decir que no es una imagen que me surja desde una asociación racional, mental. Para mí la inspiración no pasa por el tamiz de lo racional y justamente esa es su magia. Es como una puerta que se abre y que si te animas a cruzar su umbral, surgen ideas. Ideas que si no las trabajas y trabajas, las escribes, las corriges y las reescribes no llegas a ningún puerto.

P—Gladys El sol también existe es tu primer libro publicado en solitario, ¿qué te anima a publicarlo?

R—Me enamoré de la historia—explica con una sonrisa tímida. En realidad, no lo escribí para publicarlo. Lo escribí y lo reescribí para mí pero después, quienes lo leyeron, me animaron a compartirlo con un público más amplio. Además, me pasó algo que no me había ocurrido antes. Me di cuenta que tenía que soltarlo para iniciarme en otros escritos.

P—La eterna corrección, poner, sacar y volver a poner…

R—Sí, me surgían ideas para añadir. Si no la cerraba corría el riesgo de condenarla a la inconclusión.

P—Y, ¿Cómo surgió la historia?

R— Fue…—se interrumpe unos segundos para buscar en la memoria. Recuerdo que iba manejando y de pronto visualicé los personajes, los escenarios, el ambiente y la trama—relata con entusiasmo— Fue como un flash. Se me presentó una serie de secuencias, como si fuera una historia cinematográfica. Paré a tomarme un café y anoté todas esas imágenes que me habían sorprendido. Fue un momento. En un fin de semana ya tenía resuelta toda la estructura, desde el principio hasta el final. Después, comencé a trabajar en ella, a poner y a sacar.

P— Así que te manejas con brújula.

R—Sí, siempre con brújula.

P—Gladys, la travesía de los seis pececitos se puede leer como un cuento ¿Apuntabas a un tipo de lector determinado?

R—En realidad a un público amplio. Al comienzo el lector puede creer que está dirigido a un público joven o adolescente por su estilo sencillo y porque los personajes son peces. Pero a medida que avanza en la lectura se encuentra con temáticas que son para un público adulto. Además creo que es un libro con diferentes lecturas. Se puede leer como un cuento o como una historia que simboliza nuestro viaje por la vida.

P—Una metáfora de la vida ¿Qué te impulsó a escribirla? ¿Entretener, ayudar?

R—Una necesidad de transmitir, pero dejándole al lector una puerta abierta para su interpretación personal—aclara. Traté de cuidar esa línea rigurosa para poder decir algo que se entiende pero sin dar mi visión, mi opinión. O sea intenté mostrar, no decir, y el estilo metafórico me concedía un margen de movimiento amplio entre esos dos recursos. Por eso traté de jugar con las imágenes, con ese factor visual que permite la interpretación personal.  Además desde lo metafórico me sentí más cómoda para poder plantear entre líneas esas inquietudes vitales y filosóficas que siempre nos han acompañado. ¿Qué es la vida, quiénes somos, la única realidad es la que percibimos a través de los sentidos?

P— ¿Te consideras entonces una persona de tu tiempo o comprometida con tu tiempo?

R—Hay un compromiso en el sentido que quiero dejar un mensaje, quiero que se reflexione, una reflexión interna. No escribo para que haya una modificación política o social, pero sí del ser humano.

P—Sí bueno, pero en el fondo si cada ser humano trabaja en sí mismo, esto se va a ver reflejado en la sociedad. Algo así como un efecto mariposa.

R—Sí, claro. Me gustaría dejar aunque sea una pequeña lucecita al lector. Poder aportar mi granito de arena. Creo que la literatura, los libros, tienen también esa finalidad, brindar algo al otro.

P— ¿Tuviste que sortear obstáculos para publicarlo?

R— ¿Además de la indecisión y el vértigo?—contesta risueña. La dificultad tal vez se presenta al publicar en un país con pocos habitantes. Pero salió y fue bien recibido, la primera edición está casi agotada. El camino del escritor es difícil en cuanto a proyección hoy por hoy. La lucha con la poca lectura, esta transición entre el papel y el ebook.

P—Tu publicación fue en papel, ¿has pensado en publicarlo en formato digital?

R—Sí, primero quería hacerlo en papel. Supongo que por esa cuestión romántica de verlo, tocarlo, pasar las páginas, ese olor a tinta nueva. Ahora me estoy planteando hacer una en formato electrónico. Una no puede negarse a estos nuevos adelantos.

P— Para tus lecturas, ¿papel o ebook?

R— Papel. No me niego a los adelantos pero aún me cuesta.

P— ¿Qué lee Gladys Ledesma?

R—Mi lectura es variada. Está la que siempre está mano, esperando una nueva lectura, como El llano en llamas o Pedro Páramo de Juan Rulfo. También me gusta frecuentar los cuentos de Julio Cortázar, las novelas de Gabriel García Márquez. En general leo novelas, la narrativa de Khaled Hosseini me fascina. Saramago, Andrea Camilleri, Levrero, Irene Nemirovsky y otros muchos.

P—Y ya para finalizar ¿Estás trabajando en algo?

R—Sí, sí, estoy escribiendo. En realidad estoy trabajando con dos textos, pero aún estoy por definir. Ya te contaré—concluye sin dejar de juguetear con el borde de esas hojas que tal vez contengan su próxima historia.

UNETE



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