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Los días de feria eran como un despertar, un estallido de vida, de la ciudad toda. Era la época de esplendor, en la que acudían los bañistas de todos los lugares del interior, de Guadix y de Granada, atraídos por el encanto del mar. Venían también los ricos cosecheros de uva de los pueblos del río; los prestamistas, que adelantaban dinero sobre las cosechas y recibían en esa fecha sus réditos; las gentes del campo y de la vega, con las bolsas recién llenas del producto de la venta de cereales y ganados: acudían todos a pertrecharse de los objetos necesarios para su año y especialmente con la esperanza de hallar alguna ganga en la feria de animales, donde gitanos y chalanes de toda la comarca conducían las bestias de labor para ponerlas en venta.
Se podía afirmar que el día 15 de Agosto era día de fin de año y comienzo de un año nuevo en la provincia. La Asunción de la Virgen marcaba una época decisiva, y la ciudad se engalanaba para celebrar la fiesta de la Patraña, bajo la advocación de la Virgen del Mar. Todos los contratos de ventas y compras al fiado se hacían siempre señalando para fecha de su vencimiento el día de la Virgen; pero cuando las cosechas no ayudaban, no podía cumplirse lo pactado y se necesitaba un aplazamiento. Debido a esto, la Virgen de Agosto, tenía el remoquete de la Virgen de los Embusteros.Era el día de la procesión, y Dolores se vestía lentamente, perezosa, sin gana, el traje de crespón brochado que acababa de recibir de Madrid. Estaba obligada a no faltar a la fiesta y le molestaba ya despertar del amodorramiento que le producía la ciudad. Encontraba ridículo engalanarse para ir a los sitios de siempre, con las personas que se veían todos los días. (La Malcasada) - Carmen de Burgos“Literatura escrita por mujeres” por Mariángeles Salas.Carmen de Burgos Seguí. (Rodalquilar –Almería–, 10 de diciembre de 1867 – Madrid, 9 de octubre de 1932). Hija de Nicasia Nieto y José Burgos Cañizares, vicecónsul de Portugal, dedicado al negocio de explotación de minas. Vivió su infancia entre Rodalquilar, en el cortijo familiar de La Unión y la capital almeriense. Este escenario, sus paisajes y sus gentes serán un elemento recurrente en algunas de sus obras como señas de identidad. Ya adolescente recibió en la capital una educación propia de su clase.Se casó a los 16 años con un periodista local, catorce años mayor que ella –Arturo Álvarez Bustos–, que regentaba en aquellos momentos un periódico familiar, tras haber aprendido y practicado con escaso éxito el dibujo y la pintura. Era hijo del respetable teniente de alcalde de Almería, además de propietario de una imprenta, editorial y librería, Mariano Álvarez y Robles. A pesar del inicial enamoramiento y de los cuatro hijos nacidos del matrimonio, de los que sólo sobreviviría una, Carmen se vio obligada a soportar continuas vejaciones y malos tratos por parte de su marido, al tiempo que trabajaba de cajista o redactora en la imprenta de su suegro, lo que le supuso la adquisición de cierto entrenamiento periodístico. Fue infeliz en su matrimonio y se separó en medio del escándalo de una ciudad de provincias a finales de siglo, abandonando su casa del Malecón de la Rambla en 1898 y trasladándose a la de sus padres.Su formación la había iniciado durante su matrimonio, llevada por su espíritu independiente de mujer luchadora. Comenzó sus estudios de Magisterio como alumna libre en Granada, obteniendo los títulos de Maestra elemental (1895) y Maestra superior (1898). En esas fechas compaginó sus trabajos periodísticos con la dirección en la capital almeriense del colegio privado de niñas Santa Teresa, en el distrito de las Huertas, donde destacó por sus ideas pedagógicas en la línea de la Institución Libre de Enseñanza. En mayo de 1901 ingresa por oposición como profesora de la Escuela Normal de Guadalajara. Desarrolló una intensa actividad literaria con constantes viajes a Madrid atraída por su vida cultural y realizó un primer viaje de ampliación de estudios al extranjero: Francia, Italia y Suiza (1905-06), al que seguirían otros a Europa pensionada por la Junta de Ampliación de Estudios. En ese año realizó un curso de Metodología para la enseñanza de sordomudos y ciegos.En 1906, recorre Europa gracias a una beca y fruto de ese viaje surgen una serie de artículos escritos en el Heraldo de Madrid, que reunirá en la obra Por Europa (1906). Es el primer libro de viajes que publicó, género en el que destacan títulos como Cartas sin destinatario (1912), Peregrinaciones (1916) y Mis viajes por Europa (1917). Además de los viajes, en la columna “femeninas” planteaba todo tipo de temas desde consejos para la mujer hasta reivindicaciones sociales, feministas o antibelicistas. Gracias a este periódico se convierte en la primera mujer corresponsal de guerra, ya que se trasladará a Marruecos para describir de primera mano lo acontecido allí. Su experiencia será narrada en una de las novelas breve de la serie el “Cuento Semanal” titulado En la guerra (Episodios de Melilla). Carmen de Burgos firmó más de cuarenta títulos en colecciones similares como en la “Novela Corta”, la “Novela Semanal”, los “Contemporáneos”, la “Novela de Hoy”, el “Libro Popular” y la “Novela Mundial”. Los relatos le sirvieron para dar un tinte de ficción a sus reivindicaciones feministas. Claro ejemplo es El artículo 438 (1921) aparecido en la serie “Novela Corta” donde reclamaba la supresión de este artículo en el código penal.Por otro lado, derivado de los consejos que ofrece en su columna, surgen un gran número de manuales de uso práctico diversificados en distintos temas como el hogar (Moderno tratado de labores, 1904; La protección y la higiene de los niños, 1904; La mujer en el hogar, 1909) la belleza femenina (Salud y belleza: secretos de higiene y tocador, 1918; Tesoro de la belleza, 1924); la cocina (La cocina moderna,1918; La cocina práctica, 1920) o el diseño de cartas (Modelos de cartas, Últimos modelos de cartas.)Novelas cortas como: Alucinación, Frasca la tonta, El hombre negro, Los negociantes de la Puerta del Sol, Los huesos del abuelo, entre otras.En 1909, publicará su primera novela larga titulada Los inadaptados, aunque no va a ser la única. A lo largo de su vida, seguirá cultivando este género con La rampa (1917); Los anticuarios (1919), Los espirituados (1923), La malcasada (1923), La mujer fantástica (1924), Quiero vivir mi vida (1931), Puñal de claveles (1931), escrita al final de su vida y basada en el suceso conocido como el crimen de Níjar, que tuvo lugar el 22 de julio de 1928 en el Cortijo del Fraile, en los Campos de Níjar, y que fue una de las inspiraciones con que contó Federico García Lorca para sus Bodas de sangre, entre otras.Por estas fechas, será nombrada profesora de la Escuela Normal Central de Madrid. Además, ya se encontrará integrada en el ambiente literario y cultural madrileño, donde crea su propio círculo denominado El Salón de Colombine. Esta tertulia, que reunía en casa de la autora a escritores consagrados y a jóvenes promesas, fue la que propiciaría el acercamiento entre Carmen de Burgos y Ramón Gómez de la Serna, los cuales tuvieron una larga relación amorosa. La revista Crítica sale a la luz gracias a estos encuentros con la intención de hacerse eco de la cultura sefardí y de las nuevas tendencias literarias del país. Sin embargo, por motivos económicos tuvo una vida corta. Poco después, Ramón Gómez de la Serna hereda la Revista Prometeo y cede un espacio a su pluma. Seguía publicando artículos en diferentes publicaciones como el ABC, la Esfera o el Heraldo de Madrid.También, cultivó el género biográfico. La primera biografía que publica es la del poeta Giacomo Leopardi (1911), en la que había estado trabajando desde que viajó a Italia. Fígaro (1919) será su aportación a los estudios sobre la vida de Mariano José de Larra. Desde ese mismo año, comienzan a aparecer sus semblanzas de españoles del siglo XIX en la serie “Novela Corta”, de la cual podemos destacar La emperatriz Eugenia. Con motivo de la conmemoración escribirá Gloriosa vida y desdichada muerte de don Rafael del Riego (un crimen de los Borbones) un año antes de su muerte.Además, se dedicó a la traducción del francés, del inglés y del italiano. Tradujo Los Evangelios y la segunda generación cristiana (1904) de Ernest Renan; Loca por razón de estado (1904) de Geza Mattachich; Los misterios de la India (1911) y Los últimos filibusteros (posterior a 1913) de Emilio Salgari; La Fisiología del placer (1913) de Paolo Mantegazza; Cuentos a Maxa (1914) de Nordau; La Biblia de Amiens (1916) de John Ruskin; Una idea de parisiense por página (1918) y La decisión(1920) de Rose Nicole, como también obras de Leon Tolstoi.En la década de los veinte, preside la asociación Cruzada de Mujeres Españolas, así como lidera la primera manifestación reivindicativa de las sufragistas en España y empieza a defender sus ideas en mítines y tribunas públicas. Fruto de esta dedicación es el libro titulado La mujer moderna y sus derechos (1927). También, se afilia al Partido Republicado Radical Socialista, ya que había abandonado años antes el Partido Socialista Obrero Español por la decepción que le causó las discrepancias internas relacionadas con la reivindicación feminista del sufragio universal. En 1930, comienza a interesarse por la masonería fundando la logia “amor número 1”.El 8 de octubre de 1932, mientras participaba en una mesa redonda sobre educación sexual en el Círculo Radical Socialista, Carmen de Burgos empezó a sentirse mal y fue trasladada a su domicilio donde le atendieron tres médicos, entre los cuales estaba su amigo Gregorio Marañón, pero sin éxito. Falleció a los sesenta y cuatro años de edad, a las dos de la madrugada del día 9, y fue enterrada en el cementerio civil de Madrid en presencia de los principales políticos e intelectuales de la época. Clara Campoamor, junto con varios intelectuales, pidió que se diera su nombre a una calle de Madrid.Tras la Guerra Civil y la victoria del régimen franquista, su nombre fue incluido en la lista de autores prohibidos y sus libros desaparecieron de las bibliotecas y las librerías.Carmen de Burgos Seguí, “Colombine”, que firmó con otros seudónimos como «Gabriel Luna», «Perico el de los Palotes», «Raquel», «Honorine» o «Marianela», es una de las figuras más representativas dentro de la literatura española escrita por mujeres. Se la considera la primera periodista profesional en España y en lengua castellana por su condición de redactora del madrileño Diario Universal en 1906, periódico que dirigía Augusto Figueroa.Fue una mujer libre que desafió a la sociedad con su conducta de espaldas a los convencionalismos imperantes. Llevó siempre una vida sencilla, defendiendo las más justas causas por Europa y América, aportando un mensaje de igualdad.Se la considera una de las primeras defensoras del papel social y cultural de la mujer. Defendió asimismo la libertad y el goce de existir. Decididamente independiente, creyó en un mundo mejor y fue una temprana "feminista", aunque ella odiaba ese término. En su obra La mujer moderna y sus derechos (1927) definía su postura como un feminismo conciliador al explicar «No es la lucha de sexos, ni la enemistad con el hombre sino que la mujer desea colaborar con él y trabajar a su lado». No fue muy bien considerada por un importante sector de los críticos y escritores contemporáneos que en muchas ocasiones colocaron su labor y su obra relegada y reducida a la condición de "amante" de Ramón Gómez de la Serna.Hasta 1976 no aparece la primera biografía de Carmen de Burgos, y tiene que ser una profesora norteamericana, Elisabeth Starcevic, quien la escriba.Fue miembro activo de diversas asociaciones como la de la Prensa o el Ateneo. Escribió cientos de artículos en periódicos madrileños como El Globo, Diario Universal, La Revista Universal, La Correspondencia de España y ABC entre otros, siendo la primera corresponsal de guerra en España. También escribió para otras publicaciones como Tribuna Pedagógica o La Educación. Fue redactora de El Heraldo y El Nuevo Mundo de Madrid.Toda su lucha social se ve reflejada en sus escritos. Publica más de 50 historias cortas, muchas publicadas por entregas en El Cuento Semanal. Las más destacadas son: El tesoro del Castillo (1907), Senderos de vida (1908), El hombre negro (1916), La mejor film (1918), Los negociantes de la Puerta del Sol (1919), El "Misericordia" (1927) o Cuando la ley lo manda (1932).También publica diversas novelas como La hora del amor (1916), La rampa (1917), Los espirituados (1923) o Quiero vivir mi vida (1931). Entre sus ensayos prácticos de temática social y mujer, destacan: Arte de saber vivir (1918), El arte de ser mujer (1922) o La mujer moderna y sus derechos (1927).