Hay obras que por su majestuosidad han sido adaptadas no una, sino varias veces a la gran pantalla. En esta ocasión, vamos a hablar de una novela que ha sido llevada tanto al cine como a la TV —en formato de serie o miniserie— en repetidas ocasiones desde hace muchos, muchísimos años… Sin embargo, bajo mi punto de vista, ninguna de estas ha logrado transmitir —incluso ni siquiera trasladar— la magnificencia de una obra que es capaz de atrapar el corazón del lector con dedos de bruma.