Si analizamos la evolución del sector empresarial a lo largo de los últimos veinte o treinta años, nos damos cuenta de que han acontecido cambios fundamentales.
El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, la globalización, las crisis económicas y la importancia trascendental de internet en la vida diaria han tenido su impacto en la vida de todas las personas, y eso incluye las ideas de negocio y la potencial probabilidad de materializarlas.
No todos estos rasgos evolutivos de la vida humana son negativos. La red, como método de comunicación directa y vínculo directo entre cualquier lugar del mundo, ha cambiado el paradigma y ha permitido entrar a múltiples empresas pequeñas que, tal vez a cambio de créditos rápidos, pueden existir y crecer.
Las consecuencias derivadas de esta situación son numerosas, pero podemos destacar algunas. Para empezar, las empresas del presente, y por extensión las del futuro, tienden a economizarse; es decir, a buscar perfiles profesionales que aúnen varias tareas en uno solo, o a simplificar en la medida de lo posible la visibilidad online de la marca, o incluso física.
Esto se debe a que, hoy en día, por ejemplo, difícilmente la persona experta en finanzas que necesitamos puede no ser también experta, al menos hasta cierto punto, en mercadotecnia online. Existir en internet implica una inversión económica en materia de campañas publicitarias, y para ello hay que conocer la plataforma virtual.
De igual modo, y esto como consecuencia de las crisis económicas y la globalización mencionadas, no cabe duda de que la tendencia de la actualidad es montar un negocio ahorrando en la medida de lo posible.
La globalización, sustentada en internet, ha triplicado la competitividad, pero al mismo tiempo la vida es más cara y los derechos del pasado ahora mismo son lujos. Por eso, cualquiera que sea la forma de financiación, créditos urgentes u otros que decidamos invertir en la creación de un negocio ha de ser analizado y solicitado con minuciosidad para tener la absoluta certeza de que nos reportará beneficios.
Lo contrario sería un riesgo inasumible. ¿Cuál será la tendencia empresarial dentro de otros treinta años? Tendremos que esperar.