"Literatura escrita por mujeres" la escritora Dulce Chacón

La mujer que iba a morir se llamaba Hortensia. Tenía los ojos oscuros y no hablaba nunca en voz alta. Sólo cuando la risa le llenaba la boca, se le escapaba un « Ay madre mía de mi vida» que aún no había aprendido a controlar, y lo repetía casi a gritos sujetándose el vientre. Se pasaba gran parte del día escribiendo en un cuaderno azul. Llevaba el cabello largo, anudado en una trenza que le recorría la espalda, y estaba embarazada de ocho meses.

 

. Tenía los ojos oscuros y no hablaba nunca en voz alta. Sólo cuando la risa le llenaba la boca, se le escapaba un « Ay madre mía de mi vida» que aún no había aprendido a controlar, y lo repetía casi a gritos sujetándose el vientre. Se pasaba gran parte del día escribiendo en un cuaderno azul. Llevaba el cabello largo, anudado en una trenza que le recorría la espalda, y estaba embarazada de ocho meses.
Ya se había acostumbrado a hablar en voz baja, con esfuerzo, pero se había acostumbrado. Y había aprendido a no hacerse preguntas, a aceptar que la derrota se cuela en lo hondo, en lo más hondo, sin pedir permiso y sin dar explicaciones. Y tenía hambre, y frío, y le dolían las rodillas, pero no podía parar de reír.

Reía.

Reía porque Elvira, la más pequeña de sus compañeras, había rellenado un guante con garbanzos para hacer la cabeza de un títere, y el peso le impedía manipularlo. Pero no se rendía. Sus dedos diminutos luchaban con el guante de lana, y su voz, aflautada para la ocasión, acompañaba la pantomima para ahuyentar el miedo.

El miedo de Elvira. El miedo de Hortensia. El miedo de las mujeres que compartían la costumbre de hablar en voz baja. El miedo en sus voces. Y el miedo en sus ojos huidizos, para no ver la sangre. Para no ver el miedo, huidizo también, en los ojos de sus familiares.

Era día de visita.

La mujer que iba a morir no sabía que iba a morir.

La voz dormida de Dulce Chacón

“Literatura escrita por mujeres” por Mariángeles Salas.

Dulce Chacón nació en Zafra (Badajoz) el 6 de junio de 1954. Su padre, que fue alcalde de Zafra, y también persona con inquietudes literarias, puesto que escribía con el seudónimo “Hache” y leía poesía a su familia, despertó la vocación literaria de la joven Dulce. Fallece cuando ella tenía once años. La familia entonces se trasladó a Madrid, donde Dulce y su hermana gemela, la también escritora, Inma Chacón, continuaron los estudios en un internado.

Desde muy joven empieza a escribir poesía, novela y teatro aunque no es hasta 1992 cuando publica su primer libro de poemas,Querrán ponerle nombre, género en el que confiesa sentirse más cómoda. Un año después publica el poemario Las palabras de la piedra. Además, es autora de Contra el desprestigio de la altura, galardonado con el premio de Poesía Ciudad de Irún 1995 y Matar al ángel (1999).

Socialmente comprometida con lo que acontece en su entorno, forma parte de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género, tema que aborda en su primera novela que lleva por título Algún amor que no mate (1996). Un año después publicó su segunda novelaBlanca vuela mañana.

El año 1998 fue un año de mucha intensidad: publicó Matadora, una biografía de Cristina Sánchez, la primera mujer torero española; estrenó su primera obra teatral, Segunda manoy publicó su tercera novela, Háblame, musa, de aquel varón. En esta, retoma alguno de los temas de Algún amor que no mate, como es la violencia doméstica, abordando también otras formas de intolerancia, como la xenofobia.​ Con Háblame, Chacón cerraba una trilogía sobre la incomunicación en la pareja.

Como integrante de ‘Mujeres contra la guerra’, viaja junto a otras representantes del mundo de la cultura hasta Irak con el objetivo de conocer de primera mano la realidad de ese pueblo y manifestar su oposición al ataque liderado contra el mismo por el gobierno del presidente americano Bush.

Con Cielos de barro obtuvo el prestigioso Premio Azorín de Novela en el 2000. La novela que trata sobre un joven pastor que es acusado de cometer un triple asesinato en el cortijo extremeño, donde sus familiares han trabajado como sirvientes durante generaciones, estaba dedicada a Antonio Chacón, el padre de Dulce.

En 2003 publicó otro poemario, Cuatro gotas. Y con su última obra, La voz dormida, demostró su maestría en la narración y nos prometía una novelista excepcional. La voz dormida fue premiada en la Feria del Libro de Madrid por el Gremio de Libreros de Madrid como Libro del Año 2003. Un grupo de mujeres, encarceladas en la madrileña prisión de Ventas, enarbola la bandera de la dignidad y el coraje como única arma posible para enfrentarse a la humillación, la tortura y la muerte. Pocas novelas podemos calificar como imprescindibles. Esta novela es una de ellas porque nos ayuda a bucear en el papel que las mujeres jugaron durante unos años decisivos para la historia de España, donde dejaron la evidencia de su valentía y sacrificio.

La carrera de Dulce Chacón la truncó su prematura muerte. Falleció el 3 de diciembre de 2003, víctima de un cáncer de páncreas que le habían diagnosticado un mes antes y que se había extendido al hígado. Sus cenizas fueron depositadas en su localidad natal, junto a los restos mortales de su padre, Antonio Chacón. Parte de sus cenizas fueron esparcidas en las montañas de El Torno, un pequeño pueblo del Valle del Jerte (Cáceres).​ Dejaba marido, y tres hijos.

Su ciudad natal concedió a Dulce Chacón la distinción de hija predilecta de la localidad a título póstumo, el 17 de febrero de 2005. También ha dado su nombre a una plaza e instituido un premio de narrativa española con su nombre. En 2003, la localidad madrileña de Brunete, donde vivía Dulce Chacón, convocó el Premio Literario de Novela Corta Dulce Chacón.

En 2009, Barricada publicó el libro-CD La tierra está sorda, con 18 canciones relacionadas con la represión franquista. Según declaró Enrique Villarreal «El Drogas», líder del grupo, fue la lectura de La voz dormida lo que le impulsó a crear el libro-CD. Algunas de las canciones se inspiran directamente en los testimonios recogidos y novelados por Chacón.​ Barricada presentó el trabajo en Zafra el 19 de marzo de 2010.

El Instituto de Educación Secundaria Obligatoria de La Garrovilla (Badajoz) se llama desde el año 2005 I.E.S.O. Dulce Chacón en recuerdo de la escritora.​ El salón de actos de Tocina (Sevilla) lleva su nombre. También un Colegio Público en la localidad madrileña de Fuenlabrada, otro en la localidad de Rivas Vaciamadrid, otro en la ciudad extremeña de Cáceres, y también lleva su nombre la biblioteca principal de la Universidad Europea de Madrid.

UNETE



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