G.S.R,
Nº98 no es el nombre de un nuevo robot japoneses en preparación para darlo a
conocer al mundo. Por el contrario, es algo único, grande y nuestro. Son los
temibles testigos sin rostro que se han utilizado para sentenciar a distintos
comuneros en el marco de la reivindicación histórica territorial.
Desde
el 5 de septiembre, se iniciaron la segunda tanda de juicios, el primero fue el
“Caso Elgueta” que tiene sentenciado a cuatro comuneros entre 8 y 14 años
siendo clave el testigo Nº26. Ahora es el turno de La Araucanía en que
participaran nuevamente testigos sin rostros. G.S.R, es una ex guerrillera
colombiana, que arribará a Chile en calidad de testigo de contexto. Si hacemos
memoria, a principios del 2008 una tonelada de bombas reventó un campamento de
FARC en Ecuador, la llamada Operación Fénix, en ella, aparte de encontrar
muchos cuerpos y sangre, también hallaron computadores en que se narraba los
supuestos nexos entre Mapuche y la guerrilla colombiana.
La
testigo Nº98 es el engranaje central para sustentar la tesis del fiscal
Ljubetic de la existencia de una asociación ilícita con carácter terrorista en
La Araucanía. Esta guerrillera desmovilizada, según fuentes oficiales, maneja
información sobre la presencia de comuneros en campamentos de la FARC. No
obstante, no reconoce a Luis Tralcal ni Mauricio Waikilao, los dos acusados,
como los comuneros que efectivamente hubieran estado en la selva colombiana.
G.S.R,
se acogió al programa de protección para ex guerrilleros, una política creada
por el ex presidente Uribe, llamada Plan Patriota con el fin de triunfar sobre
las insurgencias colombianas. Este plan, modifica la verdadera identidad y la
residencia de ellos como parte de la protección que se les prometió a quienes
abandonen las guerrillas. Por ende, la testigo Nº98, aparte de ser un testigo
encubierto, sin poder conocer su identidad, ya viene con otro nuevo rostro,
siendo doblemente imposible verificar si su testimonio es real o una creación.
El
problema no es que existan los testigos sin rostros, si no, el cómo se utilizan
estos en los juicios Mapuche. La ex guerrillera G.S.R, dará su testimonio en un
biombo, separada del público y únicamente a la vista de los abogados
querellantes. Mientras que los abogados defensores de los comuneros, no podrán
interrogarla adecuadamente ni contrarrestar su información. Lo único que no se
aceptó fue el distorsionador de voz en el micrófono de la testigo, así que por
último sabremos por el acento si de verdad es colombiana.
Luis
Tralcal y Mauricio Waikilao, afrontaran distintas acusaciones por hechos
ocurridos entre el 2005 y 2008. Es decir, se acusará un conjunto selectivo de
acciones durante un tiempo determinado, estas son Incendio Común (2005),
Amenaza Terrorista contra Jorge Luchsinger (2008), Incendio Terrorista en
contra de Eduardo Luchsinger (2008) y tenencia ilegal de municiones, cartuchos
y materiales para fabricar explosivos. Esto último, encontrado en los
allanamientos que realizó la policía en los domicilio de los imputados.
Demás
está decir que la doctrina de Derechos Humanos reivindica como legítimas
algunas acciones de desobediencia civil, destinadas a llamar la atención del
Estado y sus agentes sobre legítimas aspiraciones de los ciudadanos. Por ende,
la criminalización que se ha venido practicando contra militantes del pueblo
Mapuche, es una cuestión política no sanada entre un Estado que colonizó un
territorio libre hasta la Ocupación de La Araucanía y que se ha negado a
aceptar la creación de un Estado Plurinacional que deje converger a los
distintos pueblos que cohabitan en la comunidad imaginada llamada Chile.
Como
dijeron estos mismos actores durante la huelga de hambre del 2010, lo que se
busca no es la libertad, si no, un debido proceso que permita tener un juicio
justo. La testigo Nº98, G.S.R, no permite crear las confianzas suficientes para
una resolución política y social en un conflicto no creado por los Mapuche, por
el contrario, por una elite expansionista del siglo XIX que miró a los Mapuche
como un bárbaros que debían ser civilizado. Mientras que el montaje de una
preparación y nexos con las insurgencias colombianas, no deja de ser un sueño
en la mente de los fiscales, que en vez de hacer justicia, hacen política en La
Araucanía creando una falsa atmosfera de terrorismo que termina favoreciendo
las inversiones de capital estatal en planes privados como Araucanía y
Seguridad Ciudadana. Sin más, recientemente se han aprobado $520 millones de
pesos para seguridad con el fin de disminuir la percepción de inseguridad en la
ciudadanía.
Así,
nuevamente nos preparamos a un juicio que tiene la particularidad de ser
transnacional con el arribo de esta ex guerrillera y con olor a falta de un
debido proceso. Pero como dejo escrito Mauricio Waikilao en su reciente libro
“Bitácora Guerrillera (Pehuén, 2011), “Y
yo que creía que FARC significaba Fenómeno Atmosférico Relativo al Clima”.