En
cada acción de la sociedad civil, por más pacifica que sea, el régimen la priva
de validez o legitimidad y la criminaliza; y la disidencia política en
Venezuela, también condenada al ostracismo, está siendo conducida hacia el
exterminio. El dictador Maduro está utilizando una política de represión brutal,
violenta, con el único fin de asfixiar a la disidencia. Sin duda alguna, éste
genocida, a través de su espuria ANC, le han atribuido carácter criminal a todo
tipo de expresión democrática del país. El respeto por las libertades
fundamentales y la democracia en Venezuela, bajo el despiadado ejercicio de la
tutela cubana, ha caído en un pozo –aparentemente- sin fondo.
Maduro,
quien parece haber logrado la consolidación del perverso Madurismo, se ha
encargado de controlar y silenciar a muchos dirigentes de la oposición,
procurándoles cárcel y las más despiadadas torturas. Ante semejante situación,
de flagrante violación a los derechos humanos de los venezolanos, nuestra
hermana Colombia se propuso liderar una coalición contra "la dictadura"
en Venezuela, “buscando el fortalecimiento de una gran coalición democrática
internacional que actúe en forma coordinada y eficaz, con el fin de que el
hermano pueblo de Venezuela pueda escoger, en procesos libres, transparentes y
con plenas garantías, el gobierno que desee tener". Uno de sus más
influyentes líderes, Álvaro Uribe Vélez, presidente de ese país en los períodos
2002-2006 y 2006-2010, urgió a los soldados venezolanos, los “herederos en las
armas del libertador Simón Bolívar”, a no servir a una dictadura que “masacra
al pueblo”. “Esa nueva versión de comunismo que han instalado en Venezuela ha
hecho mucho daño”, dijo Uribe, quien lamentó que la comunidad internacional no
haya otorgado el “suficiente y efectivo” apoyo a Venezuela, salvo la “voz
valerosa” del secretario general de la Organización de los Estados Americanos
(OEA), Luis Almagro. Y el presidente recién electo de Colombia, Iván Duque,
señaló que promoverá el retiro de su nación de la UNASUR por ser “una caja de
resonancia de la dictadura” de Venezuela. “Voy a promover la retirada de
Colombia de UNASUR, es una caja de resonancia de la dictadura, vamos a apoyar
la denuncia de (el secretario general) Luis Almagro para investigar sobre el
dictador y sus adláteres por sus crímenes y que sea ante la Corte Penal
Internacional”, dijo en una entrevista exclusiva desde España a la agencia de
noticias EFE.
Pero
lo cierto, es que la crisis humanitaria, la catástrofe económica y la
persecución política qué hay en Venezuela no pueden ocultarse, de ningún modo. ¡Venezuela
está casi destruida! Estos y otros apocalípticos catalizadores dieron origen al
éxodo migratorio más dantesco que haya experimentado nuestra Venezuela, que empezó
en el Gobierno del golpista Chávez (1999-2013), y que en la actualidad se ha
acelerado exponencialmente con Maduro. El
crecimiento de la emigración es tan acelerado, que es casi imposible mantener
los datos actualizados. “Este éxodo responde a una acumulación del deterioro en
las condiciones de la calidad de vida, que es la peor de Latinoamérica, con 87%
de pobreza y 82% de escasez de alimentos”, según arrojó una alarmante investigación
de la docente de la USB, Claudia Vargas, quien es socióloga e investigadora del
tema migratorio.
María
Corina Machado: “La primera prioridad es sacar a Maduro”, título de un extenso artículo
publicado por Orlando Avendaño en Panam Post, el 9 de julio de 2018, éste
escribió: "Mientras la mayoría de los dirigentes de la oposición, otrora
grandes caras de la contienda contra Maduro, se han ido desmoronando, María
Corina Machado se ha mantenido como una figura sólida e inamovible. Ello la ha
perfilado como la principal representante política para una parte de la
sociedad que se opone a la dictadura de Nicolás Maduro. Y es una consideración
que también comparten importantes actores de la comunidad internacional, que en
las últimas semanas han demostrado un robusto respaldo a la coordinadora del
partido Vente Venezuela y cofundadora de la alianza Soy Venezuela. Y la
entrevistada dijo: "Hay muchísimos venezolanos que se han ido del país
porque han sido perseguidos de una manera brutal. Y yo los respeto y los
valoro. No los descalifico. Mi determinación de estar aquí se debe a que yo sí
confío en las fuerzas que hay dentro del país. En todos los sectores: sociedad
civil, partidos políticos… ¡Civiles y militares! Para enfrentar y quebrar esta
tiranía. Y porque sé que hoy tenemos el respaldo y la acción decidida de la
comunidad internacional para lograr la transición sin demora". "Pero
lo prioritario es: primero se saca a Maduro. Dos, se estabiliza el país. Y
tres, vendrá una elección para la cual, ya se verá quienes competirán".
El
gobierno de Maduro y sus adláteres decidieron imponer un despiadado régimen de
terror y de miedo para mantenerse en el poder, eliminando a todos aquellos que
le estorben. Para fundamental esta opinión, cito otro artículo que conseguí en
PanAm, de Sabrina Martín, del 9 agosto de 2018, con el título: ¡Cualquiera de
nosotros puede ser un objetivo! Olivares: “No hay en Venezuela quién esté bien,
el problema es vencer el miedo”. Olivares ofreció su primera entrevista desde
Bogotá: “si nos damos cuenta, parece que existiera una política sistemática del
gobierno en acabar con una generación que ha demostrado compromiso con el
país”. Días después, este gallardo diputado se vio obligado a salir del país
luego de la brutal persecución que emprendió el régimen de Maduro contra él y
sus familiares. “Tuve que priorizar entre la seguridad de mi familia y mi sueño
por la libertad de Venezuela”, así lo afirmó. Otras palabras del entrevistado
fueron: “Estoy ahora fuera del país, aún no estoy exiliado, me tocó salir, pero
yo no tengo recursos económicos para vivir fuera sin trabajar. Ahorita estoy en
una circunstancia de trabajar de algún modo para dejar a mi familia estable y
yo tratar de volver a mi lucha por la vida, por los pacientes y por conseguir
medicamentos para Venezuela”. “Yo espero que haya un desenlace muy pronto, todo
lo que está haciendo el gobierno son acciones desesperadas. Lo que hizo
conmigo, de atacar a mi familia y lo que hizo con el diputado Requesens son
muestras de un gobierno débil, desesperado, sin legitimidad popular”.
Y
lo más reciente, fue precisamente la tiránica decisión de Maduro de enjuiciar a
otro valiente y joven diputado de la coalición opositora, Juan Requesens. El pasado
viernes, el ministro de Información, Jorge Rodríguez, un psiquiatra especialista
en el modelo goebbeliano, presentó en una rueda de prensa un video en el que el
diputado confiesa supuestamente haber participado en el complot contra Maduro, a
petición del ex presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, exiliado en
Colombia. La familia de Requesens, principalmente, rechazó los videos y su
hermana, Rafaela, apuntó a la posibilidad de que su hermano fue drogado o
torturado para obligarlo a hacer esas declaraciones incriminatorias. Horas
después, una reciente difusión de imágenes y vídeos, desde el SEBIN (Servicio
Bolivariano de Inteligencia), donde el joven legislador aparece semidesnudo, había
sido sometida a coacción, tratos crueles e inhumanos. Dejando en evidencia la
miseria del régimen, en ese material audiovisual, el joven de 29 años, es
grabado de pies a cabeza y se puede escuchar cómo quienes grabaron el vídeo
piden al diputado voltearse para mostrar todo su cuerpo. Ciertamente, Requesens
está secuestrado, privado ilegítimamente de su libertad, y le fue violada su
inmunidad parlamentaria. Tampoco lo han visto sus más cercanos familiares, ni sus
abogados han tenido acceso a él. Evidentemente, este joven diputado fue obligado
a declarar bajo condiciones inhumanas, en frente de sus captores.
La
espuria Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela aprobó la “Ley contra
el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia”, con el perverso fin de criminalizar
toda acción de la disidencia, ensañándose contra los ciudadanos comunes que
protestan o que se expresan en las redes sociales, enfocándose contra la
oposición política, los periodistas y medios independientes. Definitivamente, cualquier
acción nuestra que le haga oposición al régimen genocida de Maduro será
encuadrada y castigada como terrorismo y traición a la patria.
Por
fin, millones de venezolanos hemos alcanzado la plena conciencia de que ¡por las
buenas, el régimen genocida no va a dejar el poder!