Escribo este
artículo por varias razones, la más importante es que me gustaría ver a muchos países de las
Américas y sobre todo a Venezuela aprovechar lo que creo la era de la
presidencia más productiva de un país con tanto poder como Estados Unidos. Otra de las razones más importantes es que,
como Venezolano, este es mi agradecimiento a quién ha iniciado una verdadera
revolución en ayuda de nuestro país y nuestra gente en el momento en que más lo
necesitamos.
No se trata del
nombre “Trump”, se trata de una actitud y una aptitud que muchos hombres y
mujeres pueden tener pero rara vez están dadas las condiciones para que este
tipo de personalidad llegue a la dirección de un país con el poder de Estados
Unidos, sobre todo en la historia reciente en la que los políticos, con
recursos ajenos e impuestos, practican el populismo exacerbado y la política
sobreactuada para ganar votos y
perpetrarse en el poder.
Luego de haber
escuchado muchas críticas al presidente Trump, sobre todo durante su campaña,
me permitiré expresar mi opinión en respuesta a las críticas más comunes para luego expresar
por qué pienso que la era Trump podría ser una etapa que, sobre todo las
Américas y sus políticos podrían aprovechar.
Ni político, ni militar: No
sé si todos pensemos igual pero creo que los Venezolanos estamos asqueados de
la política por el momento, la prueba de ello es que se levantó un rumor por
unas 48 hrs de que el empresario Venezolano Lorenzo Mendoza se lanzaría a
candidato presidencial y hasta las encuestadoras de la dictadura Madurista
opinaron que sería el candidato con más apoyo popular en caso de lanzarse – y
es que – nos hartamos de la política, el populismo y todos sus derivados. El
presidente Donald Trump, a pesar de las polémicas, es el Lorenzo Mendoza que ya
ganó en Estados Unidos y algunos están perdiendo el tiempo condenándolo en vez
de aprovecharlo. Las acciones recientes del presidente Trump han demostrado que
su formación, al igual que la del empresario criollo, es de trabajo, no de
política improductiva, es de hacer, no de hablar, es de crear, no de expropiar,
es de explicar, no de ocultar, al punto que, ni el palabra suelta de Maduro ha
podido nombrarlo para dar una crítica directa a su gestión que no sea la del
“intervencionismo” fantasma que persigue a los hampones del gobierno desde que
decidió ser forajido. Basta investigar sobre la vida del presidente Trump, más
allá de los supuestos escándalos sin pruebas, para entender que, lo que
buscamos, sobre todo los Venezolanos, es justo esa aptitud y determinación para
dirigir un país que ningún político ofrece actualmente ni creo que lo haga por
razones de aptitud.
Una oportunidad para aprovechar: La mayoría de nuestros políticos, y sólo
incluyo a Venezuela por respeto, sean de oposición o de gobierno, con buenas o
malas intenciones, están preparados para “hablar bien” pero muy pocos o ninguno
para “Hacer bien” y no me refiero a acciones morales, sino físicas y de
gestión, y es que, para ellos es uso y costumbre llevar las promesas de campaña
al punto de convertir al país en otro, con condiciones paradisíacas tan
alejadas de la realidad que al llegar al poder su gestión no tiene nada que ver
con lo que se dijo en campaña y por supuesto mucho menos la realidad, con el
fin de obtener los votos y ganar el poder, para ellos el más allá (la
planificación) no tiene mucha importancia luego de ganarse el poder. Esto
convierte a los políticos en Lobistas
(personas que crean las condiciones para que otro se encargue) para entregar
poder a quien sabe o no, hacer, en el caso de Chavez, éste fué el que hizo el
lobby para que los militares se encargaran de la empresa básica del país y por
supuesto sabemos que los militares son peor que los peores políticos, no sólo
porque no están entrenados para el tipo de gestionar una empresa (lo mismo que
el país a menor escala), sino que las armas en el poder tienen vastas
consecuencias para la sociedad civil. En este sentido, pienso que nuestros
pueblos y nuestros políticos deben aprovechar los acercamientos del nuevo presidente
Estados Unidos, no sólo para lograr buenos e inteligentes acuerdos, sino para
aprender de un mentor económico y de gestión que ha llegado con una actitud
comunicativa y de mejora que sólo algunos han sabido valorar, por ejemplo, la
primera lección, es que si es posible votar por un discurso cuyo contenido sea
efectivamente aplicado, trabajado y en la mayoría de los casos concretado, muy
contrario a lo que acostumbran nuestros políticos actuales.
Una verdadera y oportuna revolución:
Creo que los Venezolanos agradecemos enormemente la revolución política
internacional que ha despertado del letargo (casi eterno) y que, en mi opinión,
encabeza el presidente Trump para ayudar al pueblo Venezolano en contra de la
dictadura y la complicidad, interés y/o apatía de toda la región, lo que ha
ocasionado un sinfín de reacciones positivas de gente importante alrededor de
todo el mundo en apoyo al pueblo Venezolano, humillado y azotado por la
dictadura. Cabe destacar, de acuerdo a la idea de este artículo, que el
presidente Trump no ha iniciado esta revolución con golpes de estado ni
politiquería de cuarteles y cárceles, lo
ha hecho con la inteligencia y determinación de un personaje que tiene la
actitud y la aptitud correctas para apoyar y moralizar, sin que eso signifique
involucrarse en sus asuntos internos, a los pueblos de América en el momento en
el que las bandas narco políticas y corruptas mantienen el mayor apoderamiento
y robo de las riquezas de pueblos nobles bajo falsas promesas y politiquería
delincuencial. Reuniones, conversaciones, presidentes, organizaciones,
comunicados , declaraciones de altura y acciones concretas (sanciones), son
parte de la revolución internacional verdadera contra la dictadura genocida.
Las comparaciones con Hugo Chavez: La paranoia que tiene el nuestro y otros
pueblos de que se repita una desgracia similar, y con razón, ha llevado a
muchos a comparar al presidente Trump con Hugo Chávez, con ciertos argumentos que
comparan sus personalidades “soberbias”, sin embargo, se trata de dos
personajes que vienen de condiciones y entrenamientos muy distintos. En uno de los casos se trata de un militar
hablador y oportunista, entrenado para las armas, con historial de asalto del poder, con actitud soberbia por
condiciones dadas en el país y errores trascendentales de la contraparte,
corrupto y entreguista, en resumen, un delincuente bien entrenado. Por otro
lado tenemos un empresario criado en el trabajo, que llega a la presidencia sin
asaltos, resentimientos ni necesidades financieras, por voto popular, que no es
militar y que su actitud proviene de la seguridad y determinación de saber lo
que se está haciendo gracias a la planificación y no a la improvisación
tercermundista que sufrimos hoy más que nunca.
En resumidas cuentas debemos ver los hechos, hay un presidente
con mucho poder ganas de ayudar y
mejorar, que sólo cuenta con un año de gestión y ya ha accionado con más
determinación que la orquesta política mundial, que nos ha ayudado a los
Venezolanos moralmente más que cualquier otro presidente.
Como
individuo Venezolano, quiero expresar todo mi agradecimiento al presidente
Donald Trump y su verdadera revolución del hacer, también invitar a nuestros
pueblos y políticos a sacar el mayor provecho a lo que considero la etapa en la
que los Estados Unidos es el mejor aliado.