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Chile
ocupa una perspectiva privilegiada en el cono sur de América, con más de 4.300
kilómetros de costa que se abren hacia el Océano Pacífico, además del extenso
litoral del Territorio Antártico Chileno, el cual se extiende hasta el Polo
Sur.
Nuestro país cuenta con una
Zona Económica Exclusiva de alrededor de 3,5 millones de kilómetros cuadrados,
que semeja a más de cinco veces la superficie la zona continental sudamericana.
Considerando las áreas
donde, en virtud de convenios internacionales, el Estado ha adquirido responsabilidades
de búsqueda y rescate marítimo, la zona de responsabilidad de la Armada en el
Océano Pacífico se extiende cerca de 26 millones de kilómetros cuadrados, esto es,
aproximadamente 1,5 veces la superficie de Sudamérica.
Más del 90% del comercio
exterior nacional se realiza por mar, por lo que Chile es poseedor de una
naturaleza esencialmente marítima, que no se limita solamente a sus costas y es
por lo que demanda de una Armada eficiente y moderna, dotada de todos los
medios necesarios para desempeñar con sus obligaciones en esta vasta extensión
oceánica, donde se desarrollan sus intereses.
La coexistencia de nuestra Armada
con nuestra sociedad se encarga de dar apoyo al Estado de Chile para que éste
se desarrolle en avenencia y fraternidad, tal como nuestra Constitución lo
indica, garantizando nuestra soberanía en el territorio marítimo, tanto y más extenso
que nuestra franja terrestre.
En tiempos
de paz, la Armada contribuye al desarrollo del poderío marítimo de Chile,
brindando seguridad a la navegación, fomenta las actividades marítimas y el
desarrollo portuario, conservando la cartografía y la señalización marítima, y
efectuando inspecciones y vigilancia que otorguen seguridad a la vida humana en
el mar.
Debe vigilar el territorio
marítimo nacional, compuesto por las Aguas Interiores, Mar Territorial, Zona
Económica Exclusiva y Mar Presencial, protegiendo la seguridad y los intereses
nacionales, así como la integridad del
medio ambiente acuático.
Igualmente, apoya el
desarrollo nacional, comunicando por mar zonas aisladas y asistiendo a nuestros
compatriotas que habitan en ellas.
Asimismo, cumple tareas de
vigilancia, búsqueda, rescate y seguridad marítima en la zona marítima de
responsabilidad nacional, conforme a los instrumentos internacionales que
regulan esta materia.
Los tres vectores o líneas que
definen las maniobras de nuestra Armada son su rol militar que instituyen su
poderío naval que dan protección a nuestro señorío e integridad territorial, su
rol en apoyo a Política exterior que asiste con sus medios a la política
estratégica de nuestra nación y su rol al desarrollo marítimo que con su
dotación altamente calificada en las actividades marítimas de nuestra Patria
permiten el desenvolvimiento normal de las diversas actividades marítimas de
nuestro país, cautelando de esta manera los espacios marítimos de nuestra
república con un recóndito y arduo sentido solidario.
La Armada fomenta nuestros
intereses marítimos, todo ese conjunto de beneficios de carácter político,
económico, sociales y militares que tiene una nación soberana de todas las
actividades relacionadas con su océano. Mar que forma parte de nuestra cultura
y nos pertenece a todos los chilenos, por cuanto, la actividad humana de esta
nación esta alta e íntimamente ligada a su mar, como patrimonio territorial
adquirido por medio del esfuerzo y sacrificio de nuestros prístinos
compatriotas.
Para un chileno su mar es vida, es cultura, es esparcimiento, es
industria, es ciencia, es medio ambiente sustentable, es expresión de trabajo
para millones de nosotros. El mar nos hace fuertes y soberanos porque el mar es
Patria Viva.
Lo anterior constituye dicción latente del
trabajo de la Armada con el progreso de chile, como también del profundo
sentido social que reviste el actuar de nuestra Escuadra.