. Hija del conde pontificio de Pardo-Bazán, José María Pardo-Bazán y Mosquera, título que Alfonso XIII le concedió a ella en 1908, y de Amalia María de la Rúa-Figueroa y Somoza.
Lectora infatigable desde los ocho años, a los nueve ya compuso sus primeros versos, y a los quince su primer cuento, Un matrimonio del siglo XIX, que envió al Almanaque de La Soberanía Nacional, y que sería el primero de los numerosísimos -cerca de 600- que publicaría a lo largo de su vida.
El conocimiento de las obras de sus contemporáneos la anima a escribir su primera novela, Pascual López. Autobiografía de un estudiante de medicina, poco antes de aceptar la dirección de la Revista de Galicia, en 1880. En 1881 publica Un viaje de novios, novela para la que utilizó las experiencias de un viaje a Francia; y ese verano, en Meirás, acaba San Francisco de Asís, la serie de artículos que publica entre 1882 y 1883 bajo el título de La cuestión palpitante, la del naturalismo, corriente literaria que dio a conocer en España.En esta línea naturalista se inscribe la tercera novela de doña Emilia, La Tribuna (1883), así como las posteriores de Los pazos de Ulloa (1886), La madre naturaleza (1887) y La piedra angular (1891). En 1885 publica El cisne de Vilamorta, y cuatro novelas que tampoco pueden considerarse naturalistas: Insolación y Morriña, ambas de 1889 y ambientadas en Madrid, y Una cristiana y La prueba, las dos de 1890, como participantes de cierto idealismo, tendencia que se observa también con el paréntesis de La piedra angular, en el ciclo de Adán y Eva, formado por Doña Milagros (1894) y Memorias de un solterón (1896). En 1908 publica La sirena negra, cuyo tema central es el de la muerte. En 1906, en el Ateneo de Madrid, es nombrada Presidenta de la Sección de Literatura.En 1891 emprende una nueva aventura periodística con Nuevo Teatro Crítico, revista fundada y escrita completamente por ella, y un año más tarde funda y comienza a dirigir la Biblioteca de la Mujer.Viajera infatigable, continúa además consignando sus impresiones en artículos de prensa y en libros. En 1900 van apareciendo en El Imparcial sus artículos sobre la Exposición universal de París, que cuajarán en el libro Cuarenta días en la Exposición; en 1902 se edita Por la Europa católica, fruto de un viaje por los Países Bajos. En 1906 estrena en Madrid, la obra de teatro: Verdad y Cuesta abajo.En 1910 fue consejera de Instrucción Pública; socio de número de la Sociedad Matritense de Amigos del País desde 1912. En 1914 se le impone la Banda de la Orden de María Luisa, y recibe del Papa Benedicto XV la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice.Y es en 1916 cuando se la nombra catedrática de Literatura Contemporánea de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central.El 12 de mayo de 1921, una complicación con la diabetes que padecía le provocó la muerte.