. El comportamiento en particular que
asume la comunidad lo distingue de otras como es el caso de sus danzas,
comidas, idiomas, artesanía y sus fiestas.
Costumbres que se transmiten de
generación en generación por transmisión oral, representativa o como una
Institución y en el tiempo esas costumbres se transforman en tradiciones. Tal
es el caso de la celebración de nuestras fiestas patrias el 18 de septiembre de
cada año que data desde el año 1810 en que nuestros antecesores celebraban la
conformación de la primera Junta Nacional de Gobierno, hito que marca hasta
nuestros días el inicio del periodo que conocemos como “patria nueva” . Sin
olvidar que la Independencia de Chile recién se reconoce como nación soberana y
libre de ideología extranjera 9 años y siete meses más tarde el 12 de febrero
de 1818 por medio del acta de Independencia firmada por el forjador y padre de
la Patria Don Bernardo O´Higgins Riquelme, fecha que incluso no fue escogida al
azar sino fue en homenaje a la victoria de Chacabuco un año antes en 1817 un
día 12 de febrero.
Los
procesos sociales de una nación no se detienen y son parte de los procesos
históricos de una nación en su constante trabajo por crecer y mantenerse
incólume a las evoluciones del hombre como individuo en su afán de ser un ser
humano libre y de crear su propia conciencia conforme a sus usos, costumbres y
creencias sin intervención de pensamientos externos y que no son parte de sus
tradiciones. Es en esta dura tarea que el Ejército se ha mantenido permanente
en este apoyo a la sociedad Chilena luchando y otorgando a los chilenos las armas
necesarias para su libertad, democracia, soberanía y paz, así fue reconocido el
año 1915 por el Presidente Ramón Barros Luco, ley, aún vigente en la cual se
considera que el 19 de septiembre es el primer día en que Chile fue un país
libre en el año 1810 y en memoria de todos los soldados que han llevado a Chile
al sitial que ocupa y de todas las batallas que ha librado el Ejército y que ha
dado a Chile la libertad que actualmente goza.
Bernardo
O´Higgins fue quien dio una doctrina a éste Ejército al crear la Escuela
Militar entregando honor y gloria a esta Patria en guerras y batallas, siendo
esta Institución permanente en el desarrollo y crecimiento de esta sociedad
Chilena, Institución que ha permitido que esta sociedad crezca en
tranquilidad, órgano del Estado
respetado mundialmente como a la vez temido por sus adversarios.
Chile
se ha construido socialmente en estos 205 años, se ha estructurado y se
reconoce como estado independiente y republicano. Es una nación libre y
soberana con pilares fundacionales bien asentados con una Declaración de
Independencia que lleva el sello de un hombre libre como O´Higgins, amante del
porvenir de una nación emancipada de poderes externos y no reconocidos por sus
habitantes.
El
hombre bueno no sólo construye sueños para sí, sino construye sueños y da vida
a anhelos de una sociedad que desea prosperar como nación justa, libre y
soberana sobre una base valórica sólida que tiene como pilar fundamental el
respeto por el hombre libre y amante del
porvenir de una nación independizada.
El
reconocimiento de los chilenos de su historia por medio de las tradiciones y
celebraciones es la manifestación tangible de que cada individuo es un hombre
feliz, plenamente satisfecho por gozar de sus deseos y de disfrutar de su
libertad y soberanía. Fiesta proviene del latín Festum que es el plural de
Festa, es un rito social de regocijo y diversión. Patria porque involucra al
Estado en su celebración decretando asueto (descanso) para que no involucre
trabajo y los ciudadanos puedan celebrar sus rituales sociales.
Se lee en el acta de Independencia:
“…La fuerza ha sido la razón suprema que por más
de trescientos años ha mantenido al Nuevo Mundo en la necesidad de venerar como
un dogma la usurpación de sus derechos y de buscar en ella misma el origen de
sus más grandes deberes. Era preciso que algún día llegase el término de esta
violenta sumisión; pero, entretanto, era imposible anticiparla: la resistencia
del débil contra el fuerte imprime un carácter sacrílego a sus pretensiones y
no hace más que desacreditar la justicia en que se fundan. Estaba reservado al
siglo XIX el oír a la América reclamar sus derechos sin ser delincuente y
mostrar que el período de su sufrimiento no podía durar más que el de su
debilidad (a) . La revolución del 18 de septiembre de 1810 fue el primer
esfuerzo que hizo Chile para cumplir esos altos destinos a que lo llamaba el
tiempo y la naturaleza; sus habitantes han probado desde entonces la energía y
firmeza de su voluntad, arrostrando las vicisitudes de una guerra en que el
Gobierno español ha querido hacer ver que su política con respecto a la América
sobrevivirá al trastorno de todos los abusos. Este último desengaño les ha
inspirado, naturalmente, la resolución de separarse para siempre de la
Monarquía Española y proclamar su independencia a la faz del mundo(b). Más, no
permitiendo las "actuales circunstancias de la guerra la convocación de un
Congreso Nacional que sancione el voto público, hemos mandado abrir un Gran
Registro en que todos los ciudadanos del Estado sufraguen por si mismos, libre
y espontáneamente, por la necesidad urgente de que el Gobierno declare en el
día la independencia, o por la dilación o negativa. Y habiendo resultado que la
universalidad de los ciudadanos está irrevocablemente decidida por la
afirmativa de aquella proposición(c), hemos tenido a bien, en ejercicio del
poder extraordinario con que para este caso particular nos han autorizado los
pueblos, declarar solemnemente, a nombre de ellos, en presencia del Altísimo, y
hacer saber a la gran confederación del género humano, que el territorio
continental de Chile y sus islas adyacentes, forman de hecho y por derecho, un
Estado libre, independiente y soberano, y quedan para siempre separados de la
Monarquía de España(d), con plena aptitud de adoptar la forma de Gobierno que
más convenga a sus intereses. Y para que esta declaración tenga toda la fuerza
y solidez que debe caracterizar la primera Acta de un pueblo libre, la
afianzamos con el honor, la vida, las fortunas y todas las relaciones sociales
de los habitantes de este nuevo Estado; comprometemos nuestra palabra, la
dignidad de nuestro empleo y el decoro de las ramas de la patria; y mandamos
que con los libros del Gran Registro se deposite la Acta Original en el Archivo
de la Municipalidad de Santiago, y se circule a todos los pueblos, ejércitos y
corporaciones, para que inmediatamente se jure y quede sellada para siempre la
emancipación de Chile. Dada en el Palacio Directorial de Concepción a lo. de
enero de 1818, firmada de nuestra mano, signada con el de la nación y
refrendada por nuestros Ministros y Secretarios de Estado en los Departamentos
de Gobierno, Hacienda y Guerra.
(a) "que ya no existe",
(b) reservando hacer demostrables oportunamente, en toda su extensión, los
sólidos fundamentos de esta justa determinación.
(c) afianzada en las fuerzas y recursos que tiene para sostenerla con dignidad
y energía,
(d) y de otra cualquiera dominación.
Es de mi aprobación la Acta de independencia
que Vuestra Señoría me remite con su comunicación de 28 de enero pasado, pues
observo en SU contexto la más meditada, concisa y enérgica expresión; bien que
si aún no se habían impreso, podrán añadirle las que indican las citas puestas
a continuación para que entiendan las naciones que ya no existe la debilidad
que nos ha mantenido en forzosa sumisión; que debe esperarse un manifiesto de
la justicia que nos asiste para nuestra heroica resolución; que tenemos fuerzas
bastantes para sostenerla con decoro; y que jamás nos sujetaremos a ninguna
otra dominación.
Dios que a Vuestra Señoría
guarde muchos años. Quartel Directorial de Talca 2 de febrero de 1818.
Bernardo O´Higgins
Señor Director Supremo/Delegado…”
Felices
fiestas patrias a cada habitante de esta región, de la nación y a quienes se
encuentran en el extranjero. aquí tu artículo