El tipo, refiriéndome al hombre y desde hace varias décadas también la tipa, con referencia a la mujer, tienen cada vez menores posibilidades, debido a las enormes exigencias que les impone la sociedad y también que se auto imponen, de hacerse de un tiempo para el encuentro con ellos mismos. Máxime, cuando tienen hijos transitando los primeros años de vida. Ya que las extremas exigencias, que se van incorporando de una en una, con el correr de los tiempos, se quedan con los pocos instantes de intimidad y privacidad que necesitan imperiosamente, para poder acomodar los pensamientos y poner en orden sus ideas.