A eso de las seis de la tarde me encaminé hacia el paradero para tomar el bus que me llevaría a destino luego de escarbar en mis bolsillos por unas últimas monedas y es que una enfermedad y el fracaso hasta el momento por intentar hacer llegar un innovador método educativo a los estudiantes de nuestro país, me tiene en una banca rota total. Me había llegado una invitación para asistir a un foro debate en la casa central de la Universidad de Chile en ese momento en toma, en donde entre otros participaría el historiador y premio nacional Gabriel Salazar, al llegar e intentar ingresar me encontré con un ferreo control en donde había que dejar el carné retenido por la organización, cosa a la que me negué, no estaba dispuesto a perder mi documento de identificación sobre todo por lo engorroso de obtener un nuevo documento, más los riesgos de que caiga en terceras manos, por lo que les expresé mi molestia y que me retiraría, me devolvieron el documento y la persona que lo hizo se quedó borrando en un cuadernillo lo que había anotado de mis datos personales, mientras yo daba vueltas un poco molesto por que me perdería el debate, al tiempo que me percataba que al girar iba quedando tras otras personas que esperaban por controlarse y que nadie reparaba en mi, entonces seguí girando hasta quedar de frente para seguir hacia dentro del recinto y me adentré sin que nadie reparará en ello, el lugar se encontraba absolutamente lleno.