. La CECA
(Comunidad Europea del Carbón y del Acero) fue creada para, según aquellas
teorías que se usaban, poder conseguir la paz de Europa tras la Segunda Guerra
Mundial. Más tarde algo denominado EUROTOM (Comunidad Europea de la Energía
Atómica) seguida de la CEE (comunidad Economía Europea). En 1957 ya estaba
esbozada la Comunidad Europea en cuanto a un mercado común y una economía más
globalizada.
Maastrich sería lo próximo con su CE y el TUE (Tratado de la
Unión Europea). Los españoles nos alejamos de esa primordial finalidad de
conseguir la Paz, pasamos por el ansia
de un mercado fructuoso y llegamos a un control supranacional lleno de
pretensiones. Ya no pertenecíamos a un Mercado Común, en 1993 la Unión Europea
tenía vocación política saltándose las barreras que se le había impuesto con
anterioridad.
Una tras otra, las
reformas fueron proporcionando más soberanías a Europa frente a España…
Cedíamos competencias y a su vez personalidad….
2012 Crisis económica brutal en España y con ella un buen día
nos hablan de “la prima de riesgo”. Sin saber qué nos toca esa prima, nos dicen
que está a 570 puntos, nada bueno por la cara de De Guindos al mencionarlo… Y
escasos días después sugieren el rescate como única solución para mantenernos en
la CE. Y ¿a qué nos suena rescate? A Grecia y a las situaciones de tensión que ha vivido desde
que se produjo éste. Nadie nos explica nada. Solo sabemos que nos tienen que
rescatar no sabemos muy bien de qué y que somos ciudadanos de la Unión Europea…
que seamos españoles o no parece que ya no tiene tanta importancia…
Pues bien, la prima de
riesgo no es nada en concreto; es tan sólo el diferencial entre el tipos de
interés que paga un estado por financiarse a través de la emisión de títulos de
deuda pública a largo plazo (normalmente, 10 años) y la que paga un estado cuyas
emisiones se consideran prácticamente carentes de riesgo.
Un rescate es un crédito que se le concede a un país para
evitar la bancarrota, de forma que pueda financiar su deuda y hacer frente a
los pagos. El encargado de conceder el rescate es la ‘troika’; es decir, el
BCE, la Comisión Europea y el FMI
A diferencia de los sucedido con Grecia, Portugal e Irlanda, el de España es un
rescate financiero; es decir, es el sector financiero, la
banca, el que va a recibir la inyección de capital europeo, y no la economía
entera, como en los tres países citados. Sin embargo, en el sistema económico
actual, el sector financiero es el que mueve el motor
de la economía de
un país.
Este rescate
financiero dará liquidez inmediata a la banca pero ¿A costa de qué?
La vida de la
UE se ha dado lentamente y se ha ido
sobrehilando sobre seguro. Ha llegado a un punto en el que el teatro de la UE
tiene potestad para escoger relativamente el movimiento de cada uno de sus guiñoles.
La transacción
es necesaria pero surgen millones de dudas al respecto: ¿Puede España ceder
hasta tal punto su soberanía que pierda la denominación de “Estado Soberano”?
¿Interesa a los españoles doblegarse hasta el punto de que se dé una
unión no solo monetaria sino
fiscal para que esa gran obra de teatro funcione? Y lo que es peor
¿Estamos los españoles mentalmente preparados para tirar al vacío esa historia
que llevamos sobre nosotros como Estado con imperio propio?
No dudamos de
la imperiosa necesidad de solventar el problema pero ¿acaso acabará el rescate
con todos los problemas? Los
expertos no se ponen de acuerdo. Hay quien piensa que el saneamiento del sector
financiero provocará un aumento de la confianza de los mercados y aliviará la
presión sobre la deuda soberana (la prima de riesgo), y quien teme que los
mercados interpreten el rescate como una señal de debilidad y aumenten su
presión. Lo que está claro es que la economía española, y, sobre todo, el
déficit, va a estar sometida a una estrecha vigilancia y eso puede conllevar
más ajustes y más recortes. Además de implicar unas obligaciones que consideran
“orientativas” sobre nuestro sistema económico y fiscal que en ocasiones rozan
el intervencionismo.
La política dejó de ser oratoria hace mucho tiempo y para
funciones ya están los teatros. Si ha llegado el momento de decidir si dar un paso más
justificando lo medios para conseguir un fin yo prefiero seguir buscando medios
que no necesiten justificación.
Ya es tarde para planteárselo, pues el rescate se ha hecho
efectivo. Pero yo, desde mi trampolín no saltaría al vacío de la UE para
alejarme de España. Me considero ciudadana Europea, pero si me preguntan de
dónde vengo, sin lugar a dudas vengo de España, Estado Soberano.